Cuando la falta de dinero no frena la fe y las ganas de ayudar
Un pastor y su equipo movidos por el amor y esperanza llevan adelante el único centro de rehabilitación gratuito y autogestionado.
Hace 9 años que Humberto Bugueño y su señora, ambos cristianos y pastores de una iglesia, comenzaron con la obra de rehabilitar a personas en situación de calle y con problemas de adicción. Ambos comenzaron sin saber nada sobre los procedimientos de levantar un centro de rehabilitación y ayuda para la comunidad, comenzaron a recibir a personas con problemas en su hogar.
"Mi señora siempre tuvo el encargo de trabajar con gente en situación de calle y problemas de adicción, comenzó ella atendiendo mujeres en la casa y posteriormente nos extendimos a varones; hoy el centro le abre las puertas a cualquiera que lo necesite" expresó el pastor .
Bugueño comentó que él mismo hace 15 años salió de un centro y que por ello sabe qué es una adicción.
"Yo hace 15 años salí de un centro de rehabilitación, por lo mismo se en carne propia lo difícil que es el proceso. La adicción es como un cáncer, es una enfermedad que es difícil de curar, solo Dios es el que puede ayudar a las personas a rehabilitarse y curarlas, igual debe existir una voluntad de quien requiere la ayuda para salir adelante; es una mezcla de elementos, decisión, querer y la ayuda de Dios".
La obra
"Talita Cumi" es el centro de rehabilitación que Humberto Bugueño, junto a su señora y seis pastores más llevan adelante en la ciudad. Un centro que pese a no recibir aportes del gobierno ha sabido subsistir con el aporte de quienes creen en la obra.
"Nosotros no contamos con ayuda fiscal, aquí todo lo autogestionamos, es parte del compromiso de cada uno de los que trabajamos en esta obra; lo hacemos por amor, por un llamado, creemos que quienes necesitan ayuda deben recibirla y lo hacemos con los brazos abiertos" comentó el director de la obra.
Bugueño reconoce que el trabajo es demandante, que trabajar con personas con adicción y en situación de calle no es fácil, pero admite que el llamado es más allá de las dificultades que el trabajo en sí pueda presentar.
"Aquí en el centro no le cerramos la puerta a nadie, yo no puedo decirle a alguien que viene a pedir ayuda que regrese en un tiempo más porque no hay cupos; para que alguien con problemas de adicción tome la decisión de pedir ayuda se ha demorado aproximadamente 6 meses, yo no puedo decirle que regrese despúes, la oportunidad de ayudarle es en el momento preciso y es cuando llegan a nuestra puerta" expresó con gran pasión el hombre.
"Ahí comienza el proceso de restauración; aparte de trabajar con especialistas, nosotros igualmente tenemos una doctrina cristocéntrica, nuestro motor es Dios; aquí nuestra vida y plan de restauración va de la mano con la entrega de la palabra bíblica".
Sueños
El matrimonio contó que uno de sus sueños y por lo que están trabajando como agrupación es lograr concretar el comodato de la propiedad en la que actualmente trabajan como centro de rehabilitación.
"Queremos que ya Bienes Nacionales nos entregue definitivo el comodato de esta propiedad y seguir avanzando en la construcción del centro " concluyó el pastor.