De vivir en situación de calle pasó a ser una emprendedora
Jeanette Valdés se encontraba en situación de extrema pobreza cuando encontró unas cajas de zapatos en la basura, las adornó y las vendió para el Día de la Madre.
Durante más de 20 años, Jeannete Valdés (61) tenía un trabajo atípico para las mujeres. Conducía un camión que transportaba cervezas bolivianas desde Arica a Santiago. Le iba bien y era feliz, hasta que sufrió un grave accidente.
"A la altura de Camarones, se empezó a calentar la caja de cambio, después toda la máquina se calentó. Tenía las manos pegadas al volante y no las podía sacar. Empezó a moverse todo y no sé cómo salí volando por la ventana y caí siete metros más abajo, en un cerro" contó.
Nueva oportunidad
Tras el accidente estuvo dos meses hospitalizada. Perdió el camión y quedó con secuelas físicas que la obligaron a caminar con una "burrita".
"Estuve seis días sin comer nada. Desesperada me fui a caminar a 21 de Mayo. Me senté a descansar afuera de una tienda y vi que había varias cajas de zapatos que habían botado. Me las llevé a la casa, hice engrudo con harina, rompí vestidos viejos y los pegué en las cajas. Los decoré con botones. Me quedaron unos joyeros preciosos", recuerda.
Justo al día siguiente era el Día de la Madre. Y en pleno paseo peatonal, la vida la premió. "Vendí todas las cajas en una hora. Gané $120 mil pesos. Lo primero que hice fue irme al mercado y comerme una cazuela gigante. Todavía recuerdo su sabor, su calor. Después compré blondas, géneros, telas, volví a la casa a coser y hasta el día de hoy no me ha parado nadie", sostiene entre lágrimas.
Implementación
Jeannette recordó que una clienta que se conmovió con su historia, le recomendó que acudiera a Fosis del Ministerio de Desarrollo Social. "Apenas se abrieron cupos me ingresaron a los programas y me compraron una máquina de coser. Conseguí un trabajo de cuidadora en los baños del Cementerio General y ahí mismo instalé mi taller", contó.
Y fue en ese lugar donde Valdés volvió a vivir una estapa complicada, pensando que todo su avance en emprendimiento se había perdido. "Me robaron la máquina y todos los materiales. Con la rabia y pena me dio un accidente vascular que agravó mi condición y ahora debo caminar con muletas".
Pero pese los obstáculos de la vida Jeanette no se amilanó y volvió a salir adelante, esta vez con la ayuda personal de los funcionarios de Fosis. "Ellos juntaron plata y me compraron una nueva máquina y los materiales", recuerda.
Hoy, la emprendedora forma parte de los programas más avanzados del servicio y está postulando para obtener una máquina de coser modelo overlock, que le permitirá desarrollar de mejor forma su negocio.
"No tengo un lugar fijo. Voy a cualquier feria que abra y me muevo por el Agro y otros lugares. También tengo clientes que me encargan trabajos. Hago cortinas de baños, de living, vestidos para niños. Fundas para WC, microonda, lo que sea", concluyó.
Las postulaciones a los programas como los de Jeannete se pueden realizar hasta el 30 de marzo en las oficinas de Fosis o por www.fosis.gob.cl.