Redacción La Estrella
Navidad bien poco común, despertar ajetreado y mediodía de susto.
Así partió la mañana del 25 de diciembre para la gente del sur, que nuevamente fue azotada por un terremoto que incluso tuvo su alerta de tsunami.
De las varias localidades afectadas, variso habitantes en ellas eran ariqueños.
Edson Sobarzo (46) vive en Puerto Montt. Se fue al sur por temas de trabajo. Cuenta que el terremoto los pilló a él y a sus hijos Cristóbal y David, abriendo los regalos de Navidad. "Fue un movimiento bastante largo y fuerte. Vivimos en el sector alto de Puerto Montt, así que no tuvimos que evacuar. Eso sí, optamos por salir. En todo caso ya que soy ariqueño tengo una cultura sísmica amplia y sé lo que hay que hacer".
Graciela Sáez nació en el sur, pero lleva ene tiempo en Arica. Funcionaria del SAG, para estas fiestas se trasladó a Lebu para compartir el fin de año con su familia. "Al principio no me percaté bien, porque estaba durmiendo. Claro, anoche nos acostamos un poco tarde, por los regalos y todo eso, pero cuando sentí que de verdad se movía el piso, me asusté mucho", cuenta quien ya vivió el terremoto de 2010 en Concepción y el de 2014 en Arica.
Yenny Ulloa actualmente vive en Puerto Saavedra. Tras el sismo, evacuaron de inmediato, ya que viven muy cerca de la costa. "Nos mantuvimos en terreno elevado con la familia. Al principio se sintió un movimiento lento, pero de gran intensidad, por eso nos encontramos con la alerta amarilla en el pueblo y no nos movimos. Nos contactamos con mi hermano Raúl, que está en Valdivia, pero para suerte de la familia, está bien", detalló.
El salmonero Hernán Patricio Coria dice que "soy ariqueño de tomo y lomo".
Por razones laborales, y su especialidad, hoy radica en Castro.
En cuanto al terremoto, "estábamos todos durmiendo, cuando sentimos el ruido. Me levanté, miré por la ventana y vi cómo se movían los postes, ahí dije ah, esto se viene fuerte", cuenta.
"Por lo menos a mi familia no le pasó nada, pero en la casa igual se cayeron platos y vasos y otros artículos. Ahora el temor es que -ojalá no- puedan venir réplicas, como siempre ocurre después de estas tragedias".