Ariqueños desclasifican anécdotas con el "comandante"
Cineasta ex mirista que lo conoció en Cuba lo recuerda. Concejala Elena Díaz también lamenta su partida.
Sergio Vásquez tiene una pequeña Cuba en su hogar. Abundan los retratos de Fidel Castro, la bandera del país del caribe y las frases relativas a la revolución. Sergio fue un ex dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y como muchos en el mundo entero, lamentó la partida del comandante cubano.
"Me enteré en la madrugada del sábado y no lo podía creer. Realmente es una gran pérdida que lamento mucho", dijo.
El mirista, que vivió tres años en Cuba, donde además estudió cine, recordó que en una oportunidad pudo intercambiar unas palabras con el líder de la revolución cubana.
"Fue un día en que se realizaba el cambio de folio del periódico Juventud Rebelde, en La Habana. En ese momento, ví una multitud y sin entender qué pasaba me acerqué y veo a Fidel. Me atreví a saludarlo. Él me dijo 'tú no eres cubano' yo respondí que era chileno. Entonces él me dice '¿cómo te ha tratado Cuba?' y yo le respondo 'muy bien, mi comandante'".
La altura y prestancia de Castro quedaron para siempre en la memoria del hombre. "Era muy alto, grande... no por nada le llamaban en Cuba 'el caballo'. Además siempre con su uniforme verde olivo, era un hombre atrayente, con una tremenda oratoria, que hipnotizaba", comentó.
Y es que además de este cruce de palabras con el comandante, Vásquez pudo además, disfrutar de sus discursos, uno de ellos dado en el centro de Antofagasta.
"Como miristas nos mandaron en delegación a participar de una charla con los custodios de Castro. En la noche, pudimos asistir a un discurso y fue impresionante. Se sentía una mística en torno a su persona y eso todos los que estuvimos lo pudimos sentir", puntualizó.
Dos vinos para él
Otra ariqueña que lamentó el deceso fue la concejala Elena Díaz (PC), quien también tuvo la posibilidad de saludarlo en unas de las giras que Castro tuvo por Chile, específicamente, por Santiago.
"No pude conversar con él, solo lo saludé. Es un hombre que admiro mucho y su partida me duele en lo más profundo", comentó.
Díaz cuenta que era tanto el aprecio y respeto que sentía por el líder cubano, que para un cumpleaños, le hizo llegar dos botellas de un buen vino tinto.
"Se las envié a Cuba. Estoy segura de que las recibió. Fue mi manera de demostrar el aprecio y admiración que le tengo como político y líder de la revolución cubana".
Aunque no hay actos oficiales programados en Arica por la muerte de Castro, muchos de sus seguidores se reunieron ayer para recordarlo y compartir experiencias relacionadas con su mítica figura.