Libro revela que los Chinchorro inventaron las ollas a presión
Tras ocho años de investigación en bibliotecas de Inglaterra y Washington, Manuel Fernández Canque terminó un libro donde se descubre que Arica no fue fundada en la fecha que se celebra, que al primer español en llegar a la zona le faltaba una oreja y que Charles Darwin estudió en nuestras costas al picoroco.
El investigador ariqueño Mario Fernández Canque pasó ocho años en las bibliotecas de Londres, Italia y Washington recopilando datos de la historia de Arica, lo cual hoy se traduce en el libro "Arica de antaño en la pluma de viajeros notables". Esta bitácora de viajes que recopila historias de tres siglos, registra la pasada de Charles Darwin en Arica estudiando el picoroco, la extracción de ollas a presión elaboradas por los Chinchorro en manos de corsarios y pruebas fehacientes de que Arica no fue fundada cuando todos piensan. "Esto es un trabajo iconográfico muy rico, hay imágenes que son material exclusivo de bibliotecas internacionales". Una de estas imágenes proviene del Museo de Sucre, el cual contiene un inmenso lienzo de la ciudad de Potosí, donde se vislumbra el camino hacia el puerto de Arica.
Relatos no conocidos
En este libro hay relatos muy poco conocidos, como por ejemplo la historia del primer hombre que pasó por Arica, mucho antes que Diego de Almagro.
"Después de un juicio, a un condenado en Lima le cortaron la oreja, era de apellido Calvo. Por la vergüenza huyó y llegó caminado hasta Arica, pasó hasta Melipilla. Cuando llegó Diego de Almagro, ya estaba preparado el terreno para que los indios no atacaran", comentó Fernández.
En la biblioteca de Washington, encontró la biblioteca de viajes del Wateree, allí dice exactamente donde quedó luego del tsunami de 1868.
Hace meses atrás, Fernández contó su hipótesis de que Arica no fue fundada en la fecha que cada año se celebra, porque el acta fue una copia de la fundación de Arequipa, "en este libro están todas las pruebas que dicen que no fue fundada en la fecha que todos celebran".
Otra relato que aparece en este completo libro de Arica, el cual tiene casi 600 páginas, es el de paso del naturalista inglés, Charles Darwin.
"Él hizo un estudio sobre un animal que consideraba rarísimo y se preguntaba cómo podían copular, ya que estaban en un bloque de roca. Se trataba del picoroco, animal del que escribió dos volúmenes, y entre sus escritos dice que le llamó la atención fue el colorido del picoroco de Arica. Esa es la única evidencia de que estuvo aquí".
Gran parte de las historias que son develas en este libro, son bitácoras de piratas que pasaron por Arica, personajes que Fernández considera muy sabios.
Recuerda así la historia de Bartholomew Sharp, quien luego de escapar de Arica llega hasta Juan Fernández y se le queda un indio panameño en la isla chilena, "luego de cuatro años lo van a rescatar y el relato de ese rescate es muy emotivo".
Ollas a presión
La un miembro de la expedición le llamó la atención las formas de las ollas de los indígenas, las cuales eran cónicas en el fondo.
"No se podían parar, pero se ponían en el hoyo del brasero, se asientan una parte que queda debajo de la principal, quedando como olla a presión porque se cuece todo al vapor. Eran tres piezas que formaban estas ollas, mucho mejores que las que hay hoy".
Se tratarían de utensilios de la cultura Chinchorro ya que el investigador dice que se han encontrado muchas momias, pero nada de utensilios.
Legalmente aún no aparece la edición, la cual tendrá unos 500 ejemplares. La municipalidad espera poder comprar unos cientos para poder repartir en las bibliotecas y colegios de la ciudad.