Respeto por la vida animal
S in duda, aun en estos tiempos cuando suele relucir más la dureza y asoman más los conflictos, el ser humano sigue regalando momentos en que deja evidencias de lo mejor de sí.
El pasado jueves, el país se enteró de los tensos momentos que se vivían en un playa al sur de Arica, luego de que una ballena varara en sus costas.
El hecho no sólo sorprendió progresivamente a quienes se fueron enterando de lo que estaba pasando, sino que también movilizó a decenas de personas y servicios a colaborar con el animal, para devolverlo al mar.
Qué diferencia respecto a lo que pasa en otros lugares o incluso, hasta lo que anteriormente se ha visto que ha ocurrido en las costas nacionales. No sólo en nuestra región.
Antaño, hubo episodios en los que estos percances llevaban a los infortunados cetáceos a ser condenados a una muerte segura, debido a su condición en la playa y luego, a la acción humana que indolente, lejos de ayudarlo, terminaba faenándolo.
Se debe destacar, entonces, la voluntad de buzos y surfistas que se encontraban la mañana del jueves en el lugar, quienes sin titubear se unieron para poder sacar a la ballena del delicado y riesgoso estado en el que se encontraba.
Hasta ahora, se desconoce si finalmente el mamífero logró sobrevivir ya aguas adentro. Sin embargo, la acción tanto de particulares como de los organismos competentes alientan una nueva perspectiva de la relación que puede tener el ser humano, y particularmente los ariqueños y ariqueñas, con los animales que comparten nuestro entorno marino.
No podemos olvidar que las costas de nuestra ciudad albergan a las tortugas marinas, cuya protección es fundamental. Incluso, la presencia de estos animalitos ofrece la oportunidad única de crear circuitos turísticos capaces de valorar y respetar a la especie.
Reconociendo el gran trabajo científico que ya se ha realizado en la zona, es tiempo también que la comunidad entera conozca y se relacione respetuosamente con aquella fauna que nos es característica, que nos define y que forma parte de nuestro patrimonio natural.