La pasión por el folclor y la danza corre por sus venas
Javiera Bustos Pardo baila desde que tiene cuatro años y espera poder audicionar el próximo año para practicarla de forma profesional. Su mamá baila, su tía hace coreografías y su tío fue músico.
Pertenece al Ballet Folclórico de la Universidad Tarapacá (Bafut), desde que tiene trece años; antes estuvo en la agrupación Raíces del sur y entre los cuatro y siete años en el grupo Flor del Olivo. El baile y folclor han sido parte de su vida y es una herencia que le transmitió su madre quien también baila y su tía quien realiza coreografías.
Hace cuatro años se integró al Bafut porque quiso dar un paso más grande en su larga trayectoria como bailarina; "mi mamá me habló y contó muchas historias del Bafut y del Ballet Municipal porque ella también fue integrante, así que me mostró videos y me gustó. Adicioné y quedé".
Como su madre era bailarina, desde pequeña escuchó folclor.
"Un día vi un grupo de baile llamado Flor del Olivo y se convirtió en mi primer conjunto. Los vi en una sede, me gustó y mi mamá me metió".
Además de bailar en el Bafut, participa en la agrupación de teatro del Colegio San Marcos en la obra de la Cantata Santa María.
"También me gusta el canto, pero no he tenido tiempo de interiorizarme por la danza".
Los ritmos que más le gustan a Javiera son los latinoamericanos porque son muy alegres, pero de las danzas chilenas su preferida es la cueca.
Su sueño es estudiar danza y espera audicionar el próximo año en Santiago para entrar a la universidad con una beca.
"He realizado varias coreografías para agrupaciones, colegios, señoras y ahora el Colegio San Marcos espera crear el Bafosan y el profesor de música, Daniel Sánchez, me llamó a mí y a mi tía para que nos encarguemos de la danza".