Ni una caída de ocho metros fue capaz de dejar en el suelo a Luis
Un grave accidente lo dejó en situación de discapacidad, pero no se rindió y con un curso del Sence reinició su vida laboral.
Sin duda la vida a todos nos pone desafíos de distintos niveles y el que le ha tocado vivir a Luis Castro Vásquez es de aquellos dignos de una película. En un accidente laboral cayó desde casi 3 pisos de altura, por lo que tuvo que empezar de cero.
Desde pequeño tuvo que aprender a salir adelante. "A los 13 años llegué a Arica con mi mamá, ella venía con hartos problemas de salud y cuando yo tenía 15, falleció", cuenta Luis, quien como no tenía más parientes en la ciudad, fue recibido por un matrimonio de la iglesia a la que asistían, sin embargo, este apoyo terminó por agravar la situación. "Duré 3 meses con ellos y me echaron de la casa", agrega.
Sin más apoyo en Arica, Luis ingresó a un hogar de menores. "Los internados hace 20 años eran otra cosa, tuve que aprender a sobrevivir, aprendí hartas malas costumbres y me refugié en las malas juntas", explica sobre este complejo periodo que duró cerca de un año, hasta que la vida le volvió a sonreír. "Dios me quitó una madre, pero me dio otra", dice , agradecido de Sonia Velásquez, quien lo adoptó y hasta hoy es su apoyo.
Accidente
En 2010 y con 29 años, Luis había replanteado el rumbo de su vida. Trabajaba en una tienda del Mercado Loa y en sus tiempos libres "pituteaba" para una empresa constructora, sin saber que todo cambiaría de raíz. "Estaba en un galpón, haciendo una instalación eléctrica en el techo, y se desoldó una estructura. Atravesé un techo metálico y caí como de 8 metros y medio. Estaba trabajando solo, así que estuve como 50 minutos en el suelo desangrándome, hasta que un perro me encontró y ladró", relata.
Tres días después del accidente despertó Luis en el hospital. "Tenía quebrada la columna, la pelvis y el brazo izquierdo en tres partes. Estaba lleno de cortes y tubos. Estuve un mes estabilizándome", cuenta sobre su proceso hospitalizado, que en total se extendió por cinco meses.
Al salir del hospital Luis aceptó con mucha fuerza el desafío de volver a empezar. Pese a que estaba en una silla de ruedas, arrendó una pieza para vivir solo y asistió durante 2 años a la Clínica Kinésica de la Universidad Santo Tomás. "Me ayudaron mucho. De a poco fui avanzando, hasta lograr pararme, después andaba con un burrito y de ahí me lancé al tiro a caminar" comenta, agregando que complementó la rehabilitación con un tratamiento psicológico en el ESSMA del Servicio de Salud.
Salir adelante
A casi 5 años del accidente, Luis se sentía en condiciones físicas y psicológicas de desarrollar una nueva vida.
Así nació la meta de estudiar. "Encontré el curso de Sence y leí recepcionista en recintos de alojamiento y me visualicé trabajando en eso, dije ¡ya, esto lo voy a lograr!. Me fue súper bien en el curso, tuvimos una excelente profesora, que nos enseñó inglés, turismo. Todos los viernes salíamos a conocer en terreno los lugares que habíamos estudiado y después teníamos que disertar de eso.".
El sueño se concretó antes de lo que esperaba. "En el curso nos enseñaron a hacer un currículum moderno y postular en todas las agencias de empleo y cuando faltaba una semana para que terminara el curso, me llamaron y entré a trabajar al Hotel Andalucía".
El amor
En el trabajo conoció a su pareja, Rocío Ledezma, con quien terminó de completar esta nueva vida y fortalecer sus metas. "Quiero ser papá y tener un negocio propio. Empecé haciendo tours a los pasajeros, ahí aplicaba todo lo que me enseñaron en el curso y ellos se iban encantados. Con eso evaluaron súper bien al hotel en las páginas turísticas, así que me la jugué por independizarme y ahora quiero dedicarme a los tours", cuenta con entusiasmo, luego se queda pensando y afirma: "Mi vida cambió totalmente después del accidente, pero estoy orgulloso de lo que he logrado".