Ahora sí, Beccacece se va y respira la U
En ocasiones anteriores, la dirigencia ya había tomado la decisión de cesar a entrenadores como José Basualdo, Darío Franco y Marco Antonio Figueroa.
Sebastián Beccacece fue despedido de la Universidad de Chile.
Así lo aseguró ayer un integrante de la dirigencia de Azul Azul.
Al trasandino se le van a cancelar seis meses más de sueldo, de un contrato que expiraba en julio del 2018.
El ex ayudante de Jorge Sampaoli viajará con el plantel el próximo miércoles para dirigir ante Iquique, el que sería su último partido por Copa Chile.
Junto con Beccacece también se van el preparador físico Luis Bonini, sus ayudantes Nicolás Diez y Francisco "Paqui" Menighini.
En su reemplazo asumirá la dupla de Marcelo Jara y Esteban Valencia de forma interina hasta diciembre.
Beccacece se va con un nefasto 33,3 por ciento de rendimiento en la banca de los azules.
Hasta ahora ha dirigido 24 partidos, con sólo cinco triunfos, nueve empates y diez derrotas.
Otros casos
Al ver su registro y mirar atrás, el ex ayudante técnico de la "Roja" está muy por debajo de lo que consiguieron estrategas como José Basualdo, Darío Franco o Marco Antonio Figueroa, todos despedidos.
Basualdo acabó su proceso con un 48% de rendimiento. Dirigió 25 duelos con 9 ganados, 9 igualados y 7 perdidos. Quedó fuera de los playoffs del Torneo de Clausura 2009 y eliminado en cuartos de la Copa Sudamericana. Estuvo poco más de 4 meses.
El caso de Franco es aún más significativo, pues el DT se fue de la U siendo campeón de la Copa Chile 2012-2013 y con un 54% de rendimiento. Totalizó 31 encuentros sumando 15 festejos, 11 caídas y 5 empates. Estuvo cerca de 6 meses al mando de los azules siendo 5° en el Transición 2013 y eliminado en la fase grupal de la Copa Libertadores de ese mismo año.
Finalmente está Figueroa. El "Fantasma" se marchó entre críticas y con un 54% de eficacia. Estuvo al mando del plantel 34 partidos con 15 triunfos, 10 empates y 9 derrotas. Pese a todo esto, Beccacece seguía al mando de la U con una campaña para el olvido, pero con una millonaria indemnización.