Amarraron y encañonaron a guardia para robar en escuela
Funcionario de Labocar logró detener a dos de los ladrones que regresaron por más especies.
El ataque ocurrió pasadas las 02:00 horas, en la escuela Rómulo Peña Maturana, ubicada en calle Las Acacias. En ese lugar, ingresaron seis sujetos que encañonaron, amarraron y amordazaron al guardia nocturno y le exigieron la entrega de las llaves de la sala de computación y de música, logrando huir los antisociales con televisores y notebooks, especies avaluadas en 2 millones de pesos.
De los seis ladrones que ingresaron, Carabineros logró detener a dos y fue nada menos que por su ambición, ya que volvieron por más especies y se encontraron con el personal del Laboratorio de Criminalística LABOCAR, quienes estaban realizando fijaciones fotográficas propias de la especialidad. Los funcionarios salieron tras su persecución y detuvieron a un menor de 15 años y un adulto.
Formalización
Ayer los dos individuos Kevin Flores Huerta (18) y el menor J.S.P. fueron formalizados por el fiscal Carlos Eltit por el delito de robo con violencia. Ambos quedaron privados de libertad.
El persecutor en la audiencia dio a conocer la declaración del guardia de iniciales J.S.B., quien manifestó que sintió un ruido y al salir a ver lo que estaba sucediendo, uno de los sujetos lo empujó y le colocó una pistola en la cabeza y señalando: "Si gritas te doy un balazo". La violencia fue tal que lo lanzaron al suelo y los demás sujetos lo amarraron, le colocaron una cinta adhesiva en la boca y le vendaron los ojos; además le sacaron sus zapatillas.
Los antisociales le pidieron las llaves de las salas y al no encontrarlas patearon las puertas para poder ingresar. El fiscal señaló que sacaron una pantalla, un notebook y zapatillas de propiedad de la víctima, especies que dejaron cerca de una reja al interior del recinto, siendo detenidos los imputados en el momento que fueron a buscarlas.
diligencias
Si bien los dos imputados declararon ser inocentes, las pericias que realizó Labocar acreditaron la participación del menor en el robo. La huella plantar de su zapatilla fue comparada con las huellas encontradas en las puertas y ambas coincidieron. El caso del adulto fue reconocido por el guardia; según declaró, habría sido la persona que le colocó la pistola en la cabeza.