Cultura Chinchorro tendrá su propio videojuego RPG producido en Arica
Amaru, Suyai y Khoru son los personajes que le dan vida a esta aventura donde se aprende jugando.
Através del programa regional de Explora, profesionales y estudiantes ariqueños en poco menos de dos meses han bosquejado el primer videojuego RPG (Rol Playing Game) elaborado en la región. Se trata de las aventuras de Amaru y Suyai, quienes son pertenecientes a la cultura Chinchorro y deben detener al malvado chaman Khoru a través de tres etapas de la prehispánica local.
Este proyecto estará a prueba entre los meses de noviembre a enero para en marzo de 2017 ser lanzado a nivel nacional por el Ministerio de Educación.
Aprender jugando
El proyecto del videojuego está dirigido a niños y jóvenes de 5° básico a 4° medio y para ello las ilustraciones son sencillas y agradables a la vista.
El jefe del proyecto, Sebastián Aracena, ingeniero civil en informática y magister en ingeniería de software, comentó que al investigar las ilustraciones del Colectivo VDA, decidieron integrar porque concordaba con la propuesta de juego de rol. Así se integró la diseñadora multimedia Valentina Advis, quien caracterizó a los personajes a partir de información recopilada por la estudiante de arqueología Yaritza Brito.
El equipo de trabajo lo terminan de componer los estudiantes de ingeniería civil informática Nicolás Moya Godoy y Bianca Del Solar, además de la directora y docente de la Universidad de Tarapacá Mónica Navarrete.
Sebastián Aracena explicó que la gráfica del juego es al estilo de clásicos como Pokemón y Legend of Zelda, "son juegos que cautivan a jóvenes de 10 años hasta que cumplen los 30 o más".
Los personajes y la trama ya están listos y se realizaron con GameMaker, ahora lo que el equipo desarrolla es la programación de los movimientos y escenarios.
"Lo que se puede arreglar con los videojuegos, es que sobre la cultura Chinchorro se habla de forma seria a personas mayores y no hay una forma de llamar la atención de los niños", dijo Valentina.
Pertinencia cultural
La pareja de Chinchorros que protagonizan el juego son Suyai, que en aymara significa esperanza, y Amaru, que en quechua y aymara significa serpiente, "nos quedamos con el nombre Amaru, porque hay un cuadro donde se representa a la serpiente como defensora de la cultura indígena ante la llegada de los españoles. Él es el héroe de nuestro patrimonio cultural". Khoru es el antagonista de esta historia y representa a un brujo, sabio o chamán que desarrolla el conocimiento de la momificación artificial.
El juego se desarrolla en tres etapas: la primera es la correspondiente a los Chinchorro, la segunda el tiempo desarrollado en el valle y la tercera la llegada de la cultura inca.
"Se juega con los mitos de la cultura indígena. Khoru busca el poder divino de Tunupa, quien en tiempo inca es el dios Wiracocha quien a su vez es el dios de la creación", explicó Aracena.
Nicho de videojuegos
Mónica Navarrete explicó que a través de herramientas tecnológicas como los videojuegos buscan acercar el patrimonio a los niños, "esto nos plantea el desafío de desarrollar un grupo de especialistas en videojuegos. Es una veta de investigación interesante que genera oportunidades a la carrera de informática, diseño multimedia y arqueología para trabajar juntos".