Resultados de Adimark-GFK
Los recientes resultados de la Encuesta Adimark GFK mostraron que la aprobación de la Presidenta Michelle Bachelet cayó a un 22%. Se trata de una cifra históricamente baja que genera obvia preocupación en el oficialismo y, en general, en todo el país, considerando los problemas que acarrea un fenómeno de este tipo. Gobernar en tales escenarios es complejo y aunque esta realidad sea un común en el mundo, ciertamente generan dificultades para cualquier administración.
Varios analistas han dicho que los tiempos ya no están para grandes aprobaciones, superiores al 60%, tal como ocurría hasta hace algunos años y en ello las desafecciones de la ciudadanía con la política tienen mucho que decir.
Se debe tener en cuenta la distancia que hoy existe entre el ciudadano común y la actividad política, que se evidencia en la percepción que hay de quienes la desarrollan.
Para el caso de la Presidenta Michelle Bachelet, la nueva caída mensual se explicaría por tres o cuatro hitos: estalló la polémica con revista Qué Pasa, Jorge Burgos renunció como ministro del Interior y se anunció la demanda contra Bolivia por el caso del Silala.
A lo anterior pueden sumarse los desencuentros en la Nueva Mayoría y los sucesivos problemas de gestión del gobierno, que a ratos han hecho crisis.
Así podría explicarse el deterioro de imagen presidencial, aunque varios de sus atributos mejoren. Por ejemplo, la característica sobre si "cuenta con liderazgo" subió a 40% (+5 puntos). En la misma línea, aumentaron cuatro puntos "cuenta con capacidad para solucionar los problemas del país" y "es activa y enérgica", situándose en un 44% y 39%.
Quizás las mermas más relevantes sean los atributos sobre si "es respetada por los chilenos", que sufre una caída de cinco puntos, quedando en 37%, y un punto más abajo se encuentra "le genera confianza". Así podría entenderse que la desaprobación se mantuviera en 72%.
El desafío para la actual administración no es menor. Por lo pronto, no se puede pretender cambiar la percepción de la comunidad sobre la política, pero sí de los pasos que da el actual Gobierno.