Once de la mañana del viernes y tal como su trabajo lo impone, el taxista Marcelo Cecilio Luza Sarmiento recorría en su colectivo de la Línea U por el sector del Agro.
En eso estaba, cuando de un rato a otro, el hombre, quien mañana cumple 41 años, se topó con una imagen que le ablandaría el corazón: un perro de bien baja estatura, metido de hocico en una bolsa de la basura buscando comida.
Luego vio que el ejemplar no tenía identificación alguna, así que lo metió al auto, le compró un kilo y medio de alimento, agua y lo dejó al cuidado de sus hijas para volver a su rutina diaria.
Ahora lo que nunca se imaginó Marcelo, es que media hora después de su acción de buen samaritano, recibiría la llamada de su jefa, diciendo que en la central de colectivos estaba Carabineros con una orden de detención por el hurto del simpático perrito que había recogido de la calle y que finalmente tenía dueño.
"Para ser franco, me bajé a ver al perro que estaba comiendo basura y no vi ninguna identificación o un colgante que dijera que pertenecía a alguien. De hecho me quedé un buen rato en el lugar, incluso hablando con un colega, así que por mejor, pesqué al perro, lo metí al asiento trasero y se lo llevé a mis hijas, que ya llevan tres gatos recogidos de la calle", cuenta.
"Tras la notificación pensé que tenía que devolver al perro y a lo más, unas disculpas a su dueño, que ni lo conozco; pero cuando me esposaron, me llevaron a la comisaría y me dejaron en el calabozo hasta que fui formalizado (12.45 horas de ayer), me dije que algo andaba mal".
- ¿Alguna lección de todo esto?
- No sé, porque uno actúa de la mejor forma, pero con esto, no creo que vuelva a recoger a un animal desde la calle, por más pena que me dé si está abandonado. Imagínese cómo estaba mi familia si casi me quedo sin festejar mi cumpleaños ni el Día del Padre.
1 año es el tiempo que Marcelo Luza deberá fijar la dirección de su domicilio.
41 años cumple mañana el taxista, a quien su familia lo esperaba afuera de Tribunales.