Día de la Tierra
El 22 de abril de 2009, la Organización de Naciones Unidas (ONU) determinó que se establecía el Día de la Tierra, siguiendo así una iniciativa que naciera en 1970 de la mano del senador estadounidense Gaylord Nelson. Fue él quien organizó el primer Día de la Tierra a nivel estudiantil, principalmente con las universidades. Hoy, esta jornada de reflexión ha cobrado tanta importancia, que se ha vinculado a la ceremonia de firma del Acuerdo de París sobre el cambio climático, y cuyo principal objetivo apunta a un esfuerzo mundial para poder reducir a lo menos en dos grados el progresivo calentamiento global que experimenta el planeta.
De hecho, marzo de 2016 fue el 11 mes consecutivo en que se superan las temperaturas más elevadas de la historia reciente de la Tierra. Desde 1880 que nuestro planeta no enfrentaba una situación similar.
Hace unos días, el sitio soyarica.cl consultaba a sus lectores sobre los cambios que ha experimentado en los últimos años el clima en Arica. Hay acuerdo respecto a que esto ha sido así. Sin embargo, a pesar de lo evidente que es para todos el calentamiento global y sus efectos, poco estamos haciendo. Hay una enorme responsabilidad y mucha más tarea pendiente.
Nuestra ciudad muestra crudamente sus pasivos ambientales, desde la basura que permanentemente exhibe el río San José, convertido en un vertedero, hasta la contaminación producto de un parque automotriz que crece sin mesura, dejando como lastre altas emisiones de CO2 y pasivos como miles de neumáticos que ocupan vertederos clandestinos.
La falta de compromiso de muchos vecinos con la limpieza, el abandono de bolsas de basura y de escombros de todo tipo en las calles, es un lamentable síntoma de la escasa conciencia que existe sobre este problema mundial.
Hoy es de suma importancia el asumir el compromiso con nuestro ecosistema y con el medio ambiente en general, como una cuestión personal y cultural, que nos afecta a todos. Si la generación actual siente hoy los efectos del calentamiento global, la inacción será fatal para las futuras generaciones.