Salario ético de $400 mil de Goic abre el debate en torno al ingreso mínimo
Entendidos en el tema discuten sobre la viabilidad de nueva remuneración propuesta por el prelado.
María Figueroa (40) trabaja como vendedora en un conocido centro comercial ariqueño; tiene dos hijos que mantener y hace malabares con el sueldo mínimo para llegar a fin de mes.
Si bien reconoce que "el Estado subsidia uno que otro servicio básico", con lo que gana le es imposible pagar ciertos ítems domésticos, los que sin embargo cada mes soslaya con astucia, cual Indiana Jones enfrentado a la enorme piedra rodante, en una de sus tantas épicas aventuras.
Volviendo a la realidad, los $250 mil correspondientes al ingreso mínimo legal, reajustado desde el 1 de enero de 2016 y estipulado en la ley N° 20.763, publicada en el Diario Oficial el pasado 18 de julio de 2014, mantiene mensualmente en jaque a los trabajadores dependientes y a honorarios del país, quienes hoy exigen que el gobierno tome cartas en el asunto, asumiendo un reajuste salarial que se adecue a los costos de vida que actualmente rigen en Chile.
$400 mil
Todo esto, luego que el obispo de Rancagua y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, reabriera el debate en torno a una remuneración ética de $400 mil, que debiesen percibir los trabajadores para satisfacer necesidades fundamentales como alimentación, vivienda, salud y educación, entre otras.
Tras sus declaraciones, la nueva propuesta del eclesiástico ha reabierto el debate salarial entre los principales actores del sector público, dirigentes gremiales y representantes del gobierno, quienes se oponen y en otros casos apoyan dicho planteamiento.
Desacierto
Sobre este tema, el presidente de la Cámara de Comercio de Arica, Aldo González, se refirió a la proposición de $400 mil como pago mínimo salarial.
"La manifestación del señor Goic fue desacertada, por cuanto una persona sin educación calificada o capacitación avalada por alguna casa de estudios o centro de formación técnica, no se encuentra en condiciones de recibir más de $250 mil (...) En este sentido, es el Estado quien debe preocuparse de generar las instancias adecuadas para que más jóvenes tengan la posibilidad de estudiar y que esto finalmente les permita acceder a remuneraciones más altas", expresó.
Agregó, además, que "en nuestro caso, si se llegase a concordar los 400 mil pesos como ingreso mínimo, esto afectaría directamente a las pequeñas empresas de la región, ya que los empresarios deberán despedir trabajadores para asegurar a aquellos que cuentan con una mayor y mejor preparación en las labores que desempeñan al interior de la compañía".
En tanto, el economista y académico de la Universidad de Tarapacá, Fernando Cabrales, expuso que "el obispo Goic hace una reflexión ética, mas no es económica. La reflexión tiene sentido pues los $400 mil corresponden casi exactamente al ingreso por hogar que limita lo que en Chile se considera pobreza en un hogar promedio".
"En otras palabras, lo que el obispo dice es que nadie que trabaje todo el día para un tercero, debiera vivir bajo el umbral de la pobreza. Sin embargo, la reflexión tiene un lado antiético, ya que no parece razonable hacer caridad o repartir dignidad con el dinero de otros. Eso nos lleva a la contraparte, en que el empresario paga por productividad y si las personas no producen los $400 mil mensuales, la idea del prelado es que ellos deben pagarlos de todas maneras, sólo porque gana dinero", sostuvo el profesional.
Consultado en cuanto a si es viable concretar la propuesta del obispo Goic, Cabrales puntualizó que "en el corto plazo no es viable. Un supuesto conservador llevaría el desempleo a niveles cercanos del 10% -algunos creen que llegaría al 20%- y además concentrado en los trabajadores de menores ingresos, obviamente quienes ganan sobre los $400 mil no tendrían problemas".
Sobre una eventual incidencia en la cantidad y calidad del trabajo de llegarse a concretar un sueldo mínimo de 400 mil pesos, declaró que "esto sí afectaría el empleo, pero eso depende de cómo se implemente dicho nivel de salario mínimo".
Canasta única de gasto
Una canasta única, conformada por 130 productos básicos de consumo por hogares, fue parte del estudio que efectuó el Instituto Nacional de Estadísticas para conocer el gasto de las familias en cada una de las regiones en Chile.
Según los resultados develados por dicho ente gubernamental, arrojó que la capital regional más cara es Santiago, con $685.368 y la más barata, dentro de la misma investigación, sería Rancagua, con $590.553, demostrando una diferencia de $94.815.
En tanto, Arica quedó al medio de ambas, con $616.393.
Según las informaciones de la Dirección Regional del INE es importante destacar que la Canasta Única de Gasto no es una medición del costo de vida, ya que una medición del costo de vida, supone determinar la combinación de bienes y servicios que permite alcanzar un nivel dado de utilidad (satisfacción) o bienestar realizando el mínimo gasto monetario.
Eso sí, las regiones se pueden agrupar en tres categorías, esto es, Gasto en Canasta Única bajo, medio y alto.
Utilizando esta escala, y revisando el cuadro adjunto (infografía superior), Arica se posiciona en Gasto en Canasta Única Bajo y en el quinto lugar, con un 88,9, si se considera a Santiago como "igual a 100".
Por otro lado, y siguiendo con los datos otorgados por el INE Arica, los resultados de la última Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI), indicó que el ingreso medio de los ocupados de Arica y Parinacota en 2014 alcanzó los $368 mil, creciendo un 5% respecto de 2013, cifra no menor, si se considera a la región dentro de las más económicas para vivir.