La voz de Arica
Comenzaba el mes de abril del año 2001 y la figura de un entrañable ariqueño comenzaba a entronizarse en su historia. Tras 77 años de existencia la voz del himno a Arica comenzaba a despedirse de los sentidos actos y ceremonias del quehacer ariqueño -del verdadero y auténtico acontecer ariqueño- para, finalmente quedar de gran herencia en la memoria colectiva de la ciudad y su gente; legado recaudado materialmente en pistas gramofónicas, en discos compactos o en algunas cintas de video.
Así, hace 15 años, el 2 de abril y al día siguiente, Arica despedía a uno de sus más preclaros hijos ilustres: Juan Silvestre Guillén Canales, ariqueño, ferroviario, premiado periodista deportivo, regidor, cantante aficionado, amigo de la ciudad entera, eterno enamorado de su Clarita y de cuya calidez y bonhomía emerge la verdadera vocación del servicio a su tierra, sin demostrar otro interés más que amarla entrañable e incondicionalmente.
Esos son ejemplos y virtudes que ya parecen extinguidas, pero que es necesario rescatarlas y revitalizarlas, sobre todo en estos difíciles y desorientadores tiempos. En ese contexto, citamos una columna del ingeniero electrónico Tomás Bradanovic del año 2009: "Juanito Guillén porque su recuerdo y reputación se defienden solas, para mí fue el ejemplo de buen ariqueño, un ejemplo que deberían tener como modelo todos los que se meten en política, aunque murió sin un peso y no aseguró a su familia. Esto no lo digo por repetir clichés o ser políticamente correcto, es algo que realmente siento y alguien a quien admiré mucho"
Sin duda que la figura de Juan Guillén Canales permanece viva en el recuerdo, encarnando el verdadero sentir de las aspiraciones ariqueñas, en la apología eterna de las virtudes ciudadanas, resumidas en su insuperable cantar y en la letra de Pedro Ariel Olea.
Por lo mismo, mañana sábado a las 20:00 horas, habrá una ofrenda en su memoria en el templo Virgen de Las Peñas, figura maternal de la cual fue su ferviente devoto.