La Semana Santa 2016 está cruzada por varios temas donde la Iglesia Católica ha levantado su voz como es el proyecto de aborto en tres causales.
Asimismo, las tradiciones de otrora se han relajado y el mismo pastor de la diócesis de Arica, obispo Moisés Atisha, llama la atención sobre lo que llama la "cultura del gozo y el sálvate a ti mismo".
Por ello, analiza la posición que tiene como representante de la Iglesia en la comunidad ariqueña ante los temas que atañen a esta sociedad moderna.
- ¿Cuál es el significado obispo que da la Iglesia a la Semana Santa?
- En Semana Santa la Iglesia celebra el misterio central de la fe que es la pasión, muerte y resurrección del Señor, que es lo que nos posibilitó el volver a reconciliarnos con Dios; es el centro de nuestra fe y eso es lo que conmemoramos en Semana Santa. Se hace en esos tres días recogiendo los gestos, las palabras que Jesús mismo vivió con sus discípulos y haciéndonos cargo de lo que él mismo nos deja para hacer eso como comunidad e ir actualizándonos en el misterio de la salvación.
- ¿Por qué en los últimos años ha existido un relajo en las costumbres y tradiciones de la Semana Santa por parte de la comunidad?
- Creo que estamos en un cambio donde se propone una cultura más bien del gozo, del bienestar, que no quiere hacerse cargo de asumir la fragilidad, la parte dolorosa de la vida y como eso cuesta ante la cultura moderna que estamos viviendo, entonces se sigue viviendo como si no pasase nada. No obstante, eso es en un ámbito, pero yo diría que en aquellas familias donde efectivamente se vive desde la fe, las costumbres y tradiciones se siguen manteniendo igual.
- Eso de no comer carne, parece transformarse en un banquete de pescados y mariscos ¿No se pierde entonces el significado?
- La abstinencia de comer carne roja viene del sacrificio de quien estamos recordando en Viernes Santo muerto en la Cruz, pero se confunde el hecho de no comer carne al terminar con un banquete de pescados, que en una época pasada era una comida no muy apreciada, barata y significaba hacer un sacrificio al no existir la costumbre de comer pescado. Pero qué cabe rescatar: la cultura del compartir, la privación para dar a otros. Qué sentido tiene un ayuno personal si eso no va en beneficio de los demás. Por eso la Iglesia ha propuesto hasta el 2018 que los dineros de la campaña de cuaresma sean para proyectos de adultos mayores.
- ¿Qué sucede con la baja vocacional para ser sacerdotes, sobre todo en los jóvenes?
- Bueno sí, es evidente que hay una baja en el despertar vocacional que tiene varias causales como la misma cultura del bienestar y por otra parte, falta mucho trabajar el sentido profundo de la vida y entonces la propuesta vocacional sobre "no te preocupes de ti, sino de lo que el Señor te quiere encargar" a muchos se le hace muy difícil. Pero están las vocaciones y debemos ver cómo acompañar a quienes deseen ser compañeros de camino de los cansados, como lo hizo Jesús.
Valorico
En lo valórico, la última semana el debate se centró en la aprobación por parte de la Cámara de Diputados de la Ley de Aborto en tres causales, ¿qué opina la Iglesia sobre esto?
-Diría, primero, que es un tema complejo, porque tiene que ver con la dignidad y el cuidado de la vida; no es sólo sacar o aprobar una ley para regular algo, sino cómo nuestro Estado o Nación en las leyes que aprueba se preocupa de la fragilidad y dignidad de la vida. También es complejo porque a veces se tuerce un poco el lenguaje, ya que una cosa es despenalizar algo y otra aprobar una ley. El sentido más profundo de la ley que acaba de aprobar la Cámara de Diputados es justamente eso, se aprueba el aborto en tres causales (inviabilidad fetal letal, peligro para la vida de la mujer embarazada y embarazo producto de violación) y uno podría decir que el arte médico tiene resueltas las dos primeras y sabe cómo actuar en resguardo de la dignidad, pero enfrentar una situación violenta como la violación con otra acción violenta, también es algo complejo, es un tema valórico y dará cuenta de nuestra calidad como ciudadanos.