La Cuarta Encuesta de Inclusión y Exclusión Social del Adulto Mayor, realizada por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, ha revelado que el 75,8% de los encuestados cree que estamos "poco" o "nada" preparado para enfrentar este escenario. Este segmento representa el 16,7% de la población y suma más de 2 millones 885 mil personas. Un escenario que, de acuerdo a las proyecciones, aumentará significativamente en 6 años más, cuando habrá más adultos mayores que menores de 15 años en el país.

De acuerdo con los autores del estudio, hay una sensación colectiva de que la jubilación supone un retroceso en las condiciones materiales, físicas y cognitivas. Se genera incertidumbre sobre la calidad de vida en la vejez y aparecen los estereotipos negativos. La encuesta reveló que el 57,5% opina que el bienestar de los adultos mayores es responsabilidad de las familias, mientras que el 38,3% considera que es del Estado. Sólo un 4%, cree que es de los propios adultos mayores, lo que refleja que la sociedad sigue sin ver a este grupo desde una perspectiva de autonomía.

Nuestro continente es uno de los más envejecidos del mundo. Según un informe de la OMS, en 2006 había 50 millones de adultos mayores y se estima que en las Américas la cifra se duplicará hacia 2025, y volvería a hacerlo para 2050, cuando el 25% de la población continental tendrá más de 60 años. Chile no está ajeno a esta realidad. Después de Uruguay, es el país que más envejece en la zona, por el aumento en la esperanza de vida, que es de 76,5 años para los hombres y de 81,7 años para las mujeres. Nuestro país envejece en márgenes superiores a los del continente y eso implica readecuar políticas y revisar temas de salud y previsión, a lo menos.

De acuerdo a estas consideraciones, se deberían conversar más cuestiones como extender la edad de jubilación o aumentar las cotizaciones realizadas, porque con el ritmo actual de aportes no es suficiente. Hoy es muy importante no sólo la expectativa de vida que tienen los chilenos al nacer, sino que las condiciones en las llegan y enfrentan la tercera edad.

14 DE ENERO DE 1978

Miss Universo, Jeanelle Penny Commisiong visitó las instalaciones del Diario La Estrella, donde conoció algunas de sus secciones. En la foto compartiendo con el jefe de Crónica subrogante, Eduardo Núñez y uno de nuestros periodistas.

Con 40 minutos de retraso se realizó el lanzamiento del Seven Arica Rugby. La razón es que esperaban a las autoridades municipales, las cuales estaban seguramente en Concejo, pero no avisaron de su retraso.

Recuerden mostrar su cultura

Estamos a un mes de que comience el Carnaval con la Fuerza del Sol y habrá muchos visitantes en nuestra ciudad. Demostremos nuestra cultura y seamos limpios, no cuesta nada dejar la basura en una bolsa y llevarla a recipientes.

Sí, leyó bien la cifra del titular. Durante el recién pasado año 2015, en nuestro país 2.650 personas (7% más que el año 2014) estuvieron presas por lapsos de días, semanas o meses, para terminar siendo declaradas inocentes por un tribunal, tras ser absueltos o ser sobreseídas sus causas. Personas que se supone que según las leyes, constitución y tratados internacionales de derechos humanos, debían ser considerados y tratados como inocentes mientras durara la investigación en su contra, y hasta que se dictara una sentencia definitiva por un tribunal imparcial. Personas como usted o como yo, a quienes nadie les devuelve el tiempo perdido, sus situaciones familiares, laborales, sus vidas, en definitiva. Personas a las que el Estado, que fue autor del error, se niega mañosamente a darles algún tipo de indemnización o reparación. Piénsese que en países como Estados Unidos por ejemplo, estas situaciones se regulan, y se pagan millonarias indemnizaciones considerando y valorando monetariamente cada día que la persona estuvo injustamente encarcelada.

Hoy en día, la Defensoría lucha por una reparación mínima para esas personas, a través del proyecto inocentes, www.proyectoinocentes.cl, donde se muestran algunas de esas historias, y los motivos por los que ocurrieron los errores, para tratar que no vuelvan a pasar. Urge sin embargo crear más conciencia, y legislar sobre el tema. Reconocer el error cometido y establecer reparaciones, no sólo monetarias, estableciendo un procedimiento de pago expedito y justo, sino que incluso en devolver la propia imagen, reivindicando la inocencia de la persona y el trato injusto dado no sólo por el Estado, sino también por los medios de comunicación, permitiendo borrar las huellas que quedan para siempre en el ciberespacio ligadas a un nombre.

Se trata de estándares mínimos de dignidad humana. Lo que quisiéramos para nosotros, nuestros familiares o algún ser querido. Justicia, ni más ni menos.