Las altas temperaturas que reinan en el país no sólo afectan a los seres humanos, también a nuestros hermanos menores. Especialmente los perros abandonados, aquellos que pululan las calles sin rumbo y que un día tuvieron dueño, son los que más sufren. Es por este motivo que surgen espontáneos los actos de compasión hacia esos animalitos y personas de buen corazón les entregan un poco de agua que atenúa su padecimiento. Sin embargo, existen comunas cuyos municipios sancionan dichas "conductas cristianas" pretendiendo que los canes callejeros mueran por deshidratación (*). Es importante señalar que no existe una ley que impida alimentar o dar de beber a un perro de la calle, por lo que las ordenanzas Municipales se instalan por sobre la normativa vigente, convirtiéndolas en transgresoras, por lo que cualquier afectado puede invocar un Recurso de Protección en la Corte de Apelaciones por vulneración al Derecho Constitucional de Integridad Psíquica de las personas (artículo Nº19, numeral 1). Lo anterior tiene una lógica, y es que ningún acto de piedad o misericordia puede ser sancionado con multa, especialmente éste de tanta nobleza por otro ser vivo. Bajo este contexto, si Cristo viniera nuevamente a la tierra no podría ir a esas comunas, pues lo multarían.
Vacaciones
Cuerpo y alma necesitan descanso después del ajetreado y difícil año pasado, lleno de incertidumbre, inseguridad y amenazas de un retroceso económico en medio de pérdida de confianza en la política e instituciones nacionales. Así como el sueño aleja la realidad, así también las vacaciones, como una cura de sueño, alejan las vicisitudes del diario vivir y el estrés consiguiente. Las vacaciones son la terapia y también el fortalecimiento para enfrentar el nuevo año laboral y social. Como todo lo tratamiento, exige aplicar rigurosamente las indicaciones. Cambiar de aires es recomendable en estos tiempos de polución, nos alienta ir a la montaña, al mar, o al campo, cambiando el lugar de residencia para cortar la perniciosa rutina. Vacación connota también estar vacío, vagar, estar sin ocupación, lo que incluye las actividades de la mente. No hay vacaciones si se continúa enlazado a las preocupaciones que dejamos en casa y el trabajo. No temamos ser vagos por un tiempo, nos fortalecerá.
Gary Parra Sanhueza
Marcos Concha Valencia