Eternamente perseguidos
El zorro gris ha sido perseguido en toda su área de distribución por medios tan diversos, como la caza con perros y armas de fuego, las trampas de lazo, de cizalla y el veneno (especialmente la estricnina). Ocurre que como la mayoría de los carnívoros de mediano y gran tamaño, los zorros grises suelen entrar en conflicto con los intereses humanos. Uno de los motivos es el ya apuntado referente a los hábitos alimentarios de esta especie. Es posible que en épocas de escasez de otros alimentos los zorros intenten capturar corderos para alimentarse. De igual modo, las aves de corral también pueden formar parte de su dieta. Sin embargo, los estudios realizados hasta el momento sugieren que la forma más habitual de consumo de animales domésticos por parte de los zorros grises es la carroña. Otro motivo de conflicto ha sido el valor económico de la piel de estos animales, la cual se utiliza para confeccionar abrigos, estolas y otras prendas de lujo. Este interés más la tradicional idea de que se trata de un insaciable devorador de ganado han sido, en el pasado, la causa de una gran presión de caza.