Después de las fiestas de fin de año, muchas playas y parques quedaron con acumulación de basuras y restos de cotillón. Sin embargo el municipio se encargó de su limpieza, pero no todo quedo reluciente, ya que en el Parque Baquedano se observaron varios daños en escaleras, jardineras y bancas.

Según los comerciantes cercanos al parque, los responsables de estos daños son los jóvenes con patineta o skaters.

"Removieron una banca del Paseo 21 de Mayo y la dejaron al frente del Ferrocarril Arica La-Paz para deslizarse. Esto es cosa de todos los días, sobre todo en las noches donde se reúnen y se deslizan por bancas y las escaleras de la Casa de la Cultura; no respetan a nadie", aseguró un locatario que prefirió mantener su nombre en el anonimato por miedo a represalias de los jóvenes.

El municipio presentó un proyecto para el mejoramiento del Parque Baquedano y fue financiado por el Gobierno Regional el año 2005, pero dichos arreglos no han perdurado en el tiempo ya que los daños estructurales están a la vista, igual que los rayados.

Los acuerdos del encuentro de París sobre el cambio climático son un esfuerzo decidido para revertir el calentamiento global y sus consecuencias directas en la naturaleza y la vida de los siete mil millones de personas que viven en el planeta

Representantes de 197 naciones participaron en esta cumbre que se desarrolló hasta diciembre en Francia, la que vino a ser una especie de mea culpa ante el fracaso del Tratado de Kyoto (1997) y la escasa política de colaboración medioambiental de algunos de los países más industrializados del orbe, entre ellos China y Estados Unidos.

El calentamiento global es mucho más que una amenaza y sus dramáticos efectos son fácil de observar a través del aumento de la temperatura, prolongadas sequías, inundaciones en zonas donde no eran comunes, la extinción de algunas especies y millonarias daños, entre otros.

Precisamente, en este punto mucho tienen que decir países como el nuestro, cuya economía está basada en las materias primas y la explotación de recursos no renovables, de ahí la importancia de tener una sólida consciencia de protección de nuestro entorno.

En este escenario, nuestra región camina paulatinamente a un liderazgo en materia de producción eléctrica limpia, especialmente dada por el enorme potencial que la energía solar tiene en la zona, con miles de megawatts explotables. El cambio de matriz tiene como gran desafío el 2030, donde se pretende que el 30% de la energía provenga de fuentes renovables, a fin de bajar las emanaciones de carbono, una de las principales causas del efecto invernadero y el debilitamiento de la capa de ozono.

Todos estos esfuerzos, aparte de los individuales para salvar al planeta, buscan revertir los dramáticos efectos causados por el hombre a su gran casa, que la tiene al borde del colapso y con consecuencias difíciles de dimensionar.

El acuerdo de París es un paso decisivo para comenzar una nueva era y dar oxígeno puro a un planeta que está enfermo desde hace décadas. Eso sí, esto requiere del esfuerzo decidido de todos, no hay otra fórmula.

Cuando iniciamos un nuevo año en general miramos hacia atrás y deseamos para nosotros y para quienes nos rodean que el próximo sea mejor. Ahora, si somos optimistas, con seguridad veremos que lo que viene superará con creces nuestros logros del pasado. Y así debería ser, pues el éxito depende de la motivación personal y del esfuerzo colectivo para cumplir metas y lograr objetivos.

Sin embargo - y ojalá en esto me equivoque - los tiempos que vivimos no se caracterizan por el optimismo y el interés del individuo por trabajar en aras del bien común. Estamos agotados y miramos al del lado con temor y desconfianza. Preferimos encerrarnos en nosotros mismos e ignorar las fallas del sistema, que se basa en la satisfacción de objetivos materiales, que promuevan el crecimiento económico que se supone nos hará encontrar la felicidad.

Ayer - lo digo en espíritu metafórico - las cosas eran diferentes pues existía un tremendo respeto por lo que éramos. Hoy no. La gente se ríe de las instituciones y tradiciones nacionales como la humildad y la solidaridad, y por eso tapamos a bocinazos a quien se nos ponga por medio en el camino, a la vez que despotricamos a diestra y siniestra, utilizando expresiones cuya vulgaridad haría sonrojar al más atrevido en cualquier lugar del mundo.

Ayer los chilenos éramos humildes. Hoy no. Somos más bien prepotentes y aún nos creemos los jaguares de América; aun cuando en Chile - salvo error u omisión - nunca ha habitado esa especie de felino.

Ayer los ricos eran ricos y los pobres eran pobres. Hoy no. Los ricos son infinitamente ricos y los pobres, igual siguen siendo pobres.

Ayer la gente era solidaria. Hoy no. Quizás esa sea una de las razones por la que la sonrisa amplia del chileno se ha ido perdiendo, siendo reemplazada por un rictus de dolor y desencanto, que nos distancia cada vez más de la armonía y peligrosamente nos acerca al pesimismo y la decepción.

Jaime Gómez Douzet, Doctor en Filosofía

El Diputado por Arica y Parinacota Vlado Mirosevic (PL) dijo tener altas expectativas sobre lo que se dará a conocer durante los próximos días como "proyecto de elección democrática de Intendentes Regionales", proyecto que presentará el Ejecutivo luego de analizar las conclusiones de la Comisión Asesora para la Descentralización y Desarrollo Regional.

Según comentó el Parlamentario, Chile es el único país de América Latina, de la OCDE y del mundo de desarrollo medio que no tiene elección democrática de quien dirige los gobiernos regionales. Por lo que este proyecto viene a equilibrar un poco las condiciones bajo las que se desarrollan las regiones.

En los próximos días el gobierno dará a conocer el proyecto de ley.