Lo que fue campo minado hoy es un gran vergel en pleno desierto
No cabe duda del esfuerzo y sacrificio de 80 agricultores ariqueños que, pese a contar con cero recursos del Estado, lograron transformar un sector antiguamente habilitado para un eventual escenario bélico, en un vergel que hoy está dando sus primeros frutos y que se proyecta como un símbolo de la soberanía enclavado en plena frontera con Perú.
Juan Carlos Cárdenas, presidente de la Asociación de Pequeños Agricultores de Pampa Concordia (APAAP), aseguró que "nosotros estamos haciendo soberanía en este lugar".
El agricultor explicó que gracias al esfuerzo de las 80 familias y al trabajo ordenado y metódico han logrado salir adelante. "Realmente no existe nada imposible y sólo basta tener los recursos hídricos", agregó.
El grupo de emprendedores inició su historia en el lugar luego de recibir los terrenos en el anterior Gobierno, los que se conocieron como las 1.500 hectáreas, que se ubican en Pampa Concordia, a unos tres kilómetros al sur del borde limítrofe con Perú.
Para ellos esto es todo un milagro y esto cobra mayor fuerza con todo lo acaecido en la Corte de la Haya, donde Bolivia pretende sentarse a dialogar con Chile, con la finalidad de negociar un corredor con salida al mar y soberanía y que, en su momento, se fijó en esta región y específicamente donde se ubica el nuevo valle Pampa Concordia.
Sin embargo, para este grupo de agricultores eso ya es historia. "Con el cambio de uso de suelo el terreno se volvió productivo. De hecho cuando lo entregaron estaban aún las trincheras antitanques, las que nosotros tapamos en un trayecto de 10 kilómetros", aclaró Cárdenas, subrayando además que "estos terrenos se ubican, algunos, a unos 50 metros de los sectores que aun están minados".
PLATA DEL BOLSILLO
En el lugar, los agricultores han invertido $1.000 millones, para levantar un pozo y, especialmente, para construir los 20 kilómetros de tuberías, que van desde el pozo principal en el aeropuerto de Chacalluta, hasta el estanque distribuidor y de ahí a los 80 estanques prediales.
Para lograr todo esto, cada agricultor debió desembolsar $15 millones.
Otro integrante de la APAAP, Claudio Godoy, manifestó que "somos parte de la historia de la región, al cambiar el uso de un terreno desértico de fines bélicos a un campo productivo que da vida en medio de la nada". Él cosecha melones, porotos verdes y maracuyá.
RECORRIDO
Ayer, las autoridades de Gobierno recorrieron el sector junto a los agricultores.
En el lugar, la intendenta Gladys Acuña dijo que "estamos comprometidos con los agricultores, no solo en la primera etapa de implementación del valle, sino que además trabajaremos en conjunto en temas relacionados con la inversión pública que motive mayores inversiones agrícolas".
El predio donde se encuentra el proyecto antes tenía 25 mil minas antipersonales y 4,3 kilómetros de trincheras antitanques. Hoy se producen lechugas, espinacas, tomates, zapallo italiano, betarragas, berenjenas, melones, guayabas, maracuyá, porotos verdes y choclos. J