Emilio Mamani y sus 50 años de trompetista
Emilio Mamani nació en Hungalliri, un poblado del altiplano cercano al volcán Guallatire y a los 14 años, allá en la puna, formó su primera banda donde él interpretaba tonadas y cumbias con la trompeta. Hoy es jubilado del Ejército y cumple 50 años al lado de su fiel amiga, la trompeta.
Toda una vida
Su padre, Guillermo Mamani, fue músico e instructor de bandas, además su hermano Manuel Mamani -académico de la Universidad Tarapacá- también se inclinó por el gusto por este arte, "en 1965 empecé con mi banda y al principio mi padre no quería que fuera músico, porque prefería algo mejor como los estudios, pero como era porfiado seguí e hicimos una bandita con amigos del mismo pueblo".
Ahí comenzó esta travesía junto a la trompeta, realizando presentaciones igual que los profesionales en diferentes poblados y fiestas, pero aún seguían siendo aficionados y fue cuando ingresó al Servicio Militar, que profesionalizó y perfeccionó su pasión.
"Fui escalando grados en la Guarnición de Arica y también me formé como músico internacional con presentaciones en Arequipa, recibí varios reconocimientos y diplomas. Fue entonces que empecé a hacer arreglos musicales", comentó Emilio.
Gracias a los estudios de armonía que realizó en el Conservatorio de Música en Santiago, Emilio compuso diferentes arreglos musicales.
"No era tanto tener oído, si no que inteligencia y música, era cómo un juego matemático".
Para Emilio la música es un legado, un arte y una profesión.
Esta profesión lo ha llevado a participar en bandas, orquestas sinfónicas y además visitar diferentes ciudades y localidades de la región y Chile.
Ases del Folclor
Los Ases del Folclor es la banda de bronce en la que Emilio ha participado hace 15 años y con la que ha avivado fiestas patronales en diferentes localidades de la región, tales como Lupica, Saxamar, Chapiquilpa, Belén, Caquena, Azapa.
A la celebración de la virgen de la Tirana también siempre asiste esta agrupación, alegrando con sus bronces.
Este año viajó a San Bernardo (Santiago) a un encuentro folclórico, con otro grupo y su hermano Manuel Mamani.
A sus 65 años, la música para Emilio ha sido fundamental en su vida y lo ha acompañado desde la escuela en las alturas de Hungalliri, en la ciudad, en su profesión que fue el Ejército y también en sus años dorados, donde mantiene consigo la trompeta. J