Lo que Evo quiere
Pareciese que acabamos de perder todo tras la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, pero sólo resolvió la competencia. Y es probable que los motivos de preocupación para cada persona sobran. Siendo las más correctas que podrían perderse años de trabajo, de emprendimiento (poco, pero esforzado), de construir un hogar en la cabeza de Chile y de hacer presencia en el rigor del clima nortino. Pero, la realidad es que la sociedad chilena no deben sentir rabia por la nación boliviana. Más bien, nuestro país debiese estar atento a que el fenómeno político de Evo Morales ataca precisamente los principios de libertad e individualidad que poco a poco han permitido a Chile superar la pobreza y alcanzar un progreso social único en Latinoamérica. Lo que el Presidente Morales quiere es precisamente crear un enemigo, a Chile como país enemigo, para consolidarse por varios períodos en el poder hasta alcanzar un Estado absoluto, en que no exista desarrollo individual y que las personas se sometan a una democracia artificial. Por ello, Bolivia no es una enemiga; el socialismo sí.
Sebastián Espíndola Yáñez
investigador Fundación Ciudadano Austral