Habían pasado 22 minutos de la ocurrencia del terremoto en el Norte Chico cuando comenzaron a sonar las sirenas de alerta de tsunami de Arica, dando así inicio a la primera evacuación masiva del borde costero de Arica, desde que fueron instalados estos equipos de advertencia.

Sin embargo, hubo ariqueños que para entonces ya se estaban dirigiendo a las zonas altas.

Y es que aunque el movimiento sísmico no fue percibido en la ciudad, los celulares se encargaron antes de eso de avisar a miles de habitantes de la ciudad que existía una alerta preventiva de tsunami para todo el territorio nacional y orden de evacuar a las zonas de seguridad.

En total, según la información entregada anoche por el Comité Operativo de Emergencia, 19 mil personas fueron movilizadas en Arica fuera de las zonas de inundabilidad.

Carabineros y Bomberos se desplazaron rápidamente a las cercanías del Morro, donde las sirenas se escuchaban con claridad, para cerciorarse de que saliera de allí toda la gente, particularmente quienes a esa hora se encontraban en las fondas y ramadas, que estaban en su segunda noche de funcionamiento.

Los locales debieron cerrar rápidamente ante la exigencia de la autoridad.

Por San Marcos, 21 de Mayo y 18 de Septiembre la gente se dirigió en completo orden hacia las zonas altas.

En el Mirador del Cerro La Cruz, el grupo familiar de Ana, Yesenia, Víctor y Ema quienes viven en calle Velásquez contaron que es la primera vez que viven una experiencia así, ya que vienen desde Santa Cruz (Bolivia) a radicarse en Arica. Ellos comentaron que fueron informados de la evacuación por su parientes de Santiago, "tuvimos que prepararnos sí o sí", comentó el padre de los pequeños niños que estaban arropados mientras esperaban que pasara la alerta.

Desde el Terminal Puerto de Arica, Marcelo y Oscar, estaban encarpando sus camiones para dirigirse rumbo a Bolivia cuando su jefe les informó que debían evacuar debido a la alerta de tsunami, "es primera vez que vivimos algo así, llegamos acá porque este es el sector más alto", explicó Marcelo. "Nos impresionó", agregó Oscar.

En el mismo mirador se concentró una pareja de turistas franceses, con una familia de turistas de Santiago que fueron guiados por quien se autodenomina ariqueño (por los años que lleva acá) Víctor Aleaga. "Venía yo subiendo y no eran de la ciudad, no sabían por dónde subir y yo sabía que aquí era más o menos la altura que no pasaba nada y con ellos -apuntando a la pareja de franceses- nos encontramos aquí quienes son extranjeros".

Noemie, quien es acompañada de Vianney, llegaron hace tres días a la ciudad y hace siete a Chile, "mañana (hoy) vamos al Lago Chungará", explicó. Respecto a la evacuación, comentó fue primera vez que vivía una situación así. J

En el sector costero norte y la población Cardenal Raúl Silva Henríquez, la gente salió en gran cantidad hacia los sectores altos. Muchos llegaron hasta los cerros al oriente de Capitán Avalos, donde instalaron carpas e hicieron fogatas.

Ana Osses llegó con su hermana, dos hijos y una nieta y se instalaron en la ladera, bien abrigados con frazadas, a observar la ciudad y el mar. Ella destacó que el tránsito estaba mucho más tranquilo que para el terremoto del año pasado. Desde entonces ella mantiene un bolso de emergencia con todo lo necesario, sólo que anoche, con el apuro, se le quedó en la casa.

Yaribeth Martínez pasó la tarde en la playa y se volvió a la casa porque sintió frío. Fue allí donde le llegó la alerta al celular y evacuó con su familia, de 6 adultos y 3 niños, llevando ropa de abrigo y comida, pero les faltó agua.

Más allá Alberto Burgos armaba una carpa junto a su hija Elizabeth, dispuestos a pasar la noche. "Estábamos pensando en volver a la casa, pero de Valparaíso nos avisaron que en Concón ya se había salido el mar, así que nos vamos a quedar hasta que levanten la alerta", explicaron. J

En otra carpa se encontraban Martina Furot y Patricio Berríos junto a su familia, conformada por siete adultos, dos niños y dos grandes perros, de respetable aspecto, por los que nadie se acercaba hacia allí. "No hacen nada", aseguraba no obstante don Patricio, quien dijo que ellos recibieron primero la alerta de los celulares, pero decidieron evacuar cuando comenzaron a sonar las sirenas, un sistema que calificaron de "excelente".