Ferrocarril del Tacora lleva casi 10 años esperando ser monumento
Casí diez años lleva esperando la solicitud que busca que los restos del Ferrocarril del Tacora y la azufrera del mismo nombre sean declarados monumento nacional.
Según relató Ian Thomson, secretario ejecutivo de la Asociación para la Conservación de la ex Azufrera y Ferrocaril Tacora, la inciativa ha cumplido con todos los trámites necesarios y sólo está a la espera de la firma de la ministra de Educación, para que el Consejo de Monumentos Nacionales proceda con la declaración.
Según detalló, la solicitud de declaratoria de monumento nacional data del 26 de septiembre del 2005 y el último trámite que debió realizar fue una adecuación de los límites del futuro monumento, que quedó dividido en tres polígonos: uno que abarca el poblado de Villa Industrial, con la estación del ferrocarril, otro en el sector de Aguas Calientes con sus termas y un tercero que engloba el trazado del andarivel por el que se transportaba el mineral de azufre hacia las instalaciones donde era procesado en Villa Industrial.
Desde que dejó de operar en 1966, las instalaciones abandonadas de la azufrera y el ferrocarril han estado sometidas a un paulatino proceso de deterioro, por falta de cuidado, y depredación, a causa del robo hormiga de materiales por parte de desconocidos.
El lugar permanece prácticamente abandonado desde que dejó de funcionar en forma regular el Ferrocarril de Arica a La Paz, lo que ha agravado la situación.
SIN LOCOMOTORAS
Además del lento saqueo, del lugar también fueron sacadas las locomotoras de trocha angosta que movían los carros del tren, las que fueron compradas por un empresario de la zona sur, quien se las llevó con el fin de restaurarlas y conservarlas.
Ian Thomson, en compañía de Tomás Bradanovic, dijo que esperan que con la declaración de la azufrera y lo que queda del ferrocarril, se puedan elaborar y presentar proyectos para su puesta en valor y conservación.
La azufrera del Tacora está ubicada en la parte alta de la ladera del volcán del mismo nombre y fue explotada desde principios del Siglo XX, aunque fue con la construcción del Ferrocarril de Arica a La Paz que cobró mayor importancia, ya que este permitió transportar su producción con más rapidez y facilidad hacia el puerto de Arica.
Para ello se construyó el Ferrocarril del Tacora, que trasladaba el material desde la azufrera hasta la estación de Villa Industrial, donde se transbordaba. J
Entre las razones que hacen especial el sitio está, según Thomson, que la minería del azufre está prácticamente extinta en todo el mundo, al obtenerse hoy azufre en abundancia como subproducto de otros procesos industriales. Esto convierte a las instalaciones de la azufrera en un ejemplo de patrimonio del siglo XX.
Además, durante su época de funcionamiento, el Ferrocarril del Tacora fue el más alto del mundo, alcanzando los 4 mil 840 metros de altitud, récord que años después fue superado por un ferrocarril chino.
Otra curiosidad relacionada al mismo tren es que sus locomotoras usaban como combustible llareta.