"El Caruchita" le dice adiós a una ingrata profesión
Con 37 años y 15 de ellos dedicados al fútbol, un ex ídolo de San Marcos se comienza a despedir de una ingrata profesión que en Arica le dio sus mayores alegrías.
Aun cuando confiesa que el retiro es "entre comillas, voluntario", Joel Estay, está agradecido del fútbol y se reinventa para salir al mercado laboral.
Radicado en la ciudad de Quillota, en la Quinta Región, tras terminar contrato con Deportes Concepción, 'El caruchita' reconoce que no fue por decisión propia la salida del fútbol profesional.
"Yo quería seguir jugando un año más, me sentía bien, físicamente bien, pero no se dio nada para seguir jugando al fútbol, busqué algunas oportunidades, pero se cerraron las puertas y hay que tomar la decisión, ya que no había otra posibilidad y decidí retirarme. Ahora estoy en búsqueda de un nuevo trabajo", explicó.
El ex artillero de San Marcos de Arica y protagonista de ambos ascensos al fútbol de honor que obtuvo el club nortino en la era del técnico Luis Marcoleta dijo que "por ahora estoy en casa, todavía no tengo nada claro, pero debo pensar bien a qué me voy a dedicar".
'El caruchita' comentó que por el momento no tiene preparada ninguna despedida deportiva con sus compañeros de profesión, "en realidad no he organizado nada, pero sería lindo despedirme en el norte, porque tengo varios amigos que juegan en San Marcos e Iquique; Coronado, Sebita Rivera, El Carri, sería bueno compartir con ellos también".
El jugador que llevó por varias temporadas el número 21 de la Celeste estampada en su espalda, reveló que "de todos los equipos que jugué, creo que las mayores alegrías las viví en San Marcos de Arica, creo que fue una de mis mejores etapas en el fútbol profesional, así que recuerdo con mucho cariño a la institución, así que siempre sigo los partidos, por la televisión, radio o internet".
Joel Estay recordó los momentos gloriosos que vivió con San Marcos de Arica y los ascensos de los años 2012 y 2014. "Nosotros tuvimos la oportunidad de lograr el ascenso y dejarlos en Primera, así que es un orgullo para mí ver jugar al equipo en Primera, ya que ese aporte que hicimos es reconfortante".
El delantero que dejará de lustrar sus botines a los 37 años confesó que "a los 23 comencé a dedicarme al fútbol de manera profesional, no hice cadetes, prácticamente pasé del fútbol amateur al profesionalismo, jugué en la Universidad Católica, Unión La Calera, Palestino, Ñublense, entre otros, obtuve dos ascensos, fui goleador en Primera y más de una vez en Segunda; así que me voy agradecido y satisfecho con todo lo que hice".
Para rematar, el ex artillero ariqueño y que terminó su carrera en Deportes Concepción dijo que "en Arica vivió su mayor éxito". J