Abrupta muerte de hombre en el mismo cerco antirrobos que creó
Hace un mes, José Tomás Huerta (60) confirmó la tesis de que su casa de Los Industriales 4 era blanco de un posible saqueo.
Esa vez, el hombre dijo haber visto a un menor de edad ingresar a su domicilio de calle El Tofo, con serias intenciones de robar, aunque igualmente se fue con las manos vacías.
Por lo mismo quiso reforzar aún más la seguridad de su vivienda e instaló un cableado eléctrico artesanal, con el propósito de evitar un episodio del que, según él, podría ser víctima.
Pero la noche del miércoles, su misma creación antirrobos le jugó en contra, luego de que se asomara cerca del cableado y recibiera una descarga eléctrica en su brazo derecho, la que atravesó su cuerpo y le provocó la muerte.
LO ENCUENTRAN
Del hecho se percató uno de sus hijos, quien llegó hasta el domicilio y notó que nadie le abría la puerta, por lo que escaló la pared y notó que su padre estaba sin signos vitales, en el patio de su casa.
Tras suspender el suministro energético, el joven se contactó con Carabineros del Cuadrante 5 de la Tercera Comisaría que arribó al lugar.
Mientras que personal del Samu constató la muerte del hombre de 60 años, oriundo de Mejillones, pero que hizo toda su vida en Arica.
Por orden del fiscal de turno, la Brigada de Homicidios de la PDI (BH) arribó al lugar junto a peritos del Laboratorio de Criminalística, para determinar la causa exacta del deceso.
"Al examinar el cuerpo, pudimos descartar acciones de terceros en la muerte del hombre, mientras que como causa basal, confirmamos la muerte producto del golpe eléctrico que recibió la víctima", agregó el comisario Carlos Bartheld Loayza, jefe de la BH, quien agregó que "según la última pericia practicada a la una de la madrugada, el cuerpo tenía una data de muerte de seis horas". J