La tranquilidad del pueblo de Camarones fue interrumpida la noche del jueves, cuando el pescador artesanal José Pizarro Ramírez, de 32 años, a vista y paciencia de sus vecinos, intentó quemarse a lo bonzo, porque su hijo, un niño de un año 8 meses no paraba de llorar.
Los hechos ocurrieron a eso de las 22 horas, luego que el hombre llegara a su casa en estado de ebriedad.
El fiscal Daniel Valenzuela relató que el imputado perdió el control al escuchar el llanto de su hijo, un año 8 meses, como este no paraba de llorar, lo tomó y empezó a zamarrearlo y a gritarle que se callara.
Al darse cuenta de esta situación la madre del niño, identificada con las iniciales C.R.C, se abalanzó sobre el sujeto, para que depusiera su actitud, momento en que el imputado procedió a amenazarla con matarla, diciéndole que la iba a rociar con bencina a ella y a su hijo para luego prenderles fuego.
La víctima, muy asustada, procedió a tomar al bebé y salió corriendo de la vivienda, para evitar que el hombre cumpliera con sus amenazas.
bencina
El hombre al darse cuenta que su mujer y su bebé no estaban, salió de la casa, vestido solo con ropa interior y una chaqueta, pero llevando en sus manos un bidón con bencina, que a vista y paciencia de todos vació sobre su cuerpo.
La intervención de los vecinos evitó que el hombre prendiera fuego a su ropa, ya que estos lograron quitarle el bidón y el encendedor que tenía en una de sus manos.
Pero el imputado no quedó tranquilo al ver frustrada su intención de quemarse, así que volvió a entrar a la casa y en esta segunda oportunidad salió a la calle con un cuchillo. En ese momento, los vecinos decidieron llamar a carabineros, que procedieron a detenerlo.
formalización
Ayer, el pescador artesanal pasó a la audiencia de control de detención en el Tribunal de Garantía de Arica.
El magistrado Juan Araya le consultó por qué había tomado la decisión de quemarse a lo bonzo y este le respondió: "Estoy muy tenso, tengo mucho trabajo. Tomé vino, siempre he tomado, tengo poca conciencia de lo que hice", le expresó al juez.
El hombre fue formalizado por el fiscal Daniel Valenzuela por los delitos de amenazas simples y porte de arma blanca.
"El imputado, estaba ebrio, dice que no se acuerda muy bien de lo que pasó. Amenazó a la señora y lo encontraron los vecinos con ropa interior en la calle, rociándose bencina con un bidón y con un encendedor en la mano. El origen de esto habría sido que él se molestó al escuchar a su hijo de un año 8 meses llorar", dijo el fiscal.
El persecutor, solicitó al juez las cautelares de prohibición de acercarse a la víctima y al poblado de Camarones.
La defensa se opuso a que a su representado le prohibieran acercarse al poblado de Camarones, porque trabaja en dicho lugar, en cambio el fiscal se mantuvo con su petición señalando que : "La víctima vive en el poblado de Camarones que es bastante pequeño para la seguridad de ella. Solicité que no pudiera aproximarse al poblado, porque entiendo que se va a encontrar con ella (su mujer). El tribunal acogió mi petición", planteó.
El hombre quedó en libertad con las medidas cautelares de prohibición de acercarse a su pareja y al poblado. Para la investigación se fijó un plazo de 30 días. J