Un torneo distinto
A una fecha de su final, el torneo Clausura del fútbol chileno tiene un campeón, un clasificado a la Copa Sudamericana y un descendido. Es lo que se sabe. El resto está por verse, cuando caiga el telón de una competencia que ha roto una serie de paradigmas, tarea que estuvo especialmente radicada en manos del club que se alzó con el título.
Primero, es bueno mencionar que los torneos regulares, de esos que se juegan sin tener que recurrir a los playoffs o definiciones entre los ocho primeros, han revalidado su emoción, especialmente en la presente competencia, que tuvo tanto en los aspirantes al título como en los comprometidos con el descenso, una lucha electrizante e incierta hasta los últimos momentos. Casos como el de San Marcos de Arica son de aquellos que rompen los modelos. Hace unas semanas, el elenco de Fernando Vergara asomaba como un legítimo aspirante a pelear por el título. Sin embargo, hoy está para jugar su permanencia en la serie.
Pero sin duda, los principales modelos fueron rotos por el campeón Cobresal. El campeonato de este club, representante de un poblado que no supera los 9 mil habitantes, quedará en la historia no sólo por sus características permanentes sino por las circunstancias que rodearon la presente participación. Al mismo tiempo, el elenco albinaranja representó a la región de Atacama, seriamente dañada por los aluviones del 25 de marzo. Este hecho incluso obligó al equipo a desplazar su localía a Santiago en momentos claves. A eso se debe sumar que el club sumaba la planilla más baja de los tres equipos que terminaron peleando por el campeonato. Le pesaba la historia de haber iniciado un torneo para salvarse del descenso, y terminar jugando por un título inédito. Aun así, soportó la presión de un medio que aún desconoce el rol social que pueden cumplir el fútbol y sus clubes, de la manera en que esta institución lo vive.
El final del torneo de Clausura, si del campeón se trata, muestra que es posible que los llamados "clubes chicos" sean protagonistas cuando hay lucha, convicción y humildad.