Defensa de grupos vulnerables
En general, cualquier persona que enfrenta la persecución penal del Estado se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad. Muchas veces está privada de libertad, o si no lo está al menos se encuentra con temor y desconocimiento de un sistema penal con el cual puede haber tenido más o menos contacto, pero que rara vez le resultará familiar. No tiene los conocimientos técnicos cabales para comprender todos los alcances de lo que le ocurre, y debe confiar en un abogado que las más de las veces será un defensor penal público, a quien no conocía sino hasta ese momento.
Sin embargo, existen grupos que por su especial situación se encuentran aún más desamparados al enfrentar investigaciones penales. Se trata de los adolescentes, los pertenecientes a algún pueblo originario, los extranjeros y migrantes, los que tienen algún grado de enfermedad mental. Todo ello sin contar además con los temas de género, que pueden ser transversales a todos esos grupos, en que además una misma persona puede reunir varias de esas características. Por nombrar una situación, en el ampliamente conocido caso de Gabriela Blas, conocida como la pastorcita, se aunaban situaciones de desamparo y abuso ligadas a su condición de mujer y de perteneciente al pueblo aymara.
La Defensoría Penal Pública ha extremado los esfuerzos por contar con defensas especializadas en todos estos temas, que requieren una dedicación especial y aún más exhaustiva para lograr que su especial condición sea considerada tanto durante la investigación como en su juzgamiento. Contamos con una defensora especializada y exclusiva de adolescentes; con defensores especializados en temas indígenas y una facilitadora intercultural que apoya esta labor; y realizamos periódicamente capacitaciones para especializar a los defensores en temas de defensa de migrantes y extranjeros.