Un día como hoy, en 1970, los tripulantes que iban a bordo del Apolo 13 no podrían creer la mala racha que vivían, cuando después de todos los percances que traían a cuestas, se reventó además el tanque de oxígeno de la nave.
Después de tanto tiempo en que O'Higgins no visitaba Arica, era la oportunidad para rendir un homenaje al gran Mario Mauro Meléndez, ex jugador formado en la cantera ariqueña, que fue ídolo en Rancagua.
A raíz del lamentable asesinato de dos efectivos de Carabineros de Chile a los pies del Volcán Tacora ocurrido hace dos meses atrás, un diario de la capital realizó un amplio reportaje sobre las causas de esta tragedia y las evidentes vulnerabilidades que enfrenta nuestro país en la zona del altiplano fronterizo con Perú y Bolivia. La lectura del reportaje concluía con una entrevista a un funcionario público que trabaja actualmente en Visviri y quien declaraba - con total transparencia - que no traería a sus hijos a vivir a la capital comunal de General Lagos.
El desafío que tiene la Región de Arica y Parinacota en sus comunas rurales es enorme. A 130 años de la anexión a nuestro país, la región altiplánica presenta un panorama que dista considerablemente del de otros lugares fronterizos, étnicos y rurales de latinoamérica. Ya es hora de impulsar medidas políticas y económicas tanto desde el Estado como desde instancias público-privadas que permitan a lugares como Visviri transformarse en polos de desarrollo transfronterizo en donde el término "hacer patria" sea cosa del pasado.
Potenciar la actividad económica en las comunas fronterizas requiere de un esfuerzo importante de coordinación y de liderazgo que debe ser enfocado en áreas de probadas ventajas comparativas, tal como lo es el turismo. Así, mientras las Torres del Paine fueron elegidas como la octava maravilla del mundo en una votación mundial en internet; la Isla de Chiloé fue distinguida por un prestigioso medio on-line norteamericano como una de las 10 mejores islas secretas del mundo y que el Desierto de Atacama fue destacado por la popular guía Lonely Planet entre las 10 regiones que hay que visitar durante el año 2015, las maravillas del altiplano y el vivo legado de la milenaria cultura aymara debieran transformarse en un ícono nacional que proyecte esta región al mundo.
¿Tareas pendientes? Sí, y ¡ son muchas! Algunas de ellas: generar información de calidad sobre el altiplano chileno que pueda utilizarse en campañas de promoción turística internacional a través de ProChile; avanzar en mejorar la conectividad entre la zona cordillerana y la del altiplano ariqueño e incrementar la seguridad vial especialmente en la ruta del corredor bioceánico Arica-La Paz.
Muchos ariqueños aprovecharon las altas temperaturas de ayer para asistir en familia a las playas. Lo extraño fue que el mar poseía un fuerte oleaje que obligó a los visitantes a retroceder a la arena.
Municipios que no tienen proyectos que mostrar, autoridades que no tienen planes para el futuro, o empresas que no contemplan a sus comunidades como socios, son fenómenos que tienen un común denominador. En cada uno de los casos se cuenta la falta de previsión, la ausencia de un plan, la poca revisión de los detalles que permiten alcanzar el éxito.
Y el problema es que tenemos demasiado de aquello. Malamente nos dio nuevamente en la cara con las últimas lluvias. No había estrategia clara para enfrentar las dificultades de este tipo.
Es cierto, difícilmente se podía prever la magnitud; sin embargo, sí era conocido que estaba en ciernes un fenómeno climático complejo. Y eso es lo que falta permanentemente en el país: Asumir los compromisos y los errores cometidos, los que en muchos casos terminan costando demasiado caro.
No se trata de ser molesto sin razón aparente, sino de aprender y gestar una institucionalidad, o procedimientos básicos mínimos que se repitan, que sean conocidos y que permitan ser eficientes en el desarrollo. Cuando aún masticamos los dolores de lo ocurrido, conviene tener presente que los errores y omisiones deben indagarse, no sólo a nivel de autoridades, sino de empresas, familias y personas.
Otra vez, por ejemplo, el comercio dejó de funcionar al no contar con conectividad. ¿No aprendimos nada después del terremoto de Iquique, o el 27/F? ¿Acaso no pasó exactamente lo mismo?
Lo deseable es que a esta altura, esta actividad tenga un plan de contingencia que le permita sortear situaciones de este tipo que, por lo demás, volverán a ocurrir mucho más que una sola vez.
Para el caso de las familias, la situación es la misma. Tener agua y alimentos en cantidad suficiente, dinero en efectivo, etc.
Y para el gobierno y las autoridades en general, es absolutamente necesario mejorar las coordinaciones, protocolos y evaluación de los riesgos existentes. Podemos mejorar mucho más nuestro desempeño. Estamos obligados a ello.