Superangie: Solidaridad sin colores ni banderas que traspasa las fronteras
Amás de un año del terremoto de 8,2 grados Richter que azotó a Arica el 1 abril de 2014, la joven limeña de 19 años, Angie Esquivel, aún recuerda cómo en un abrir y cerrar de ojos se transformó en la heroína de los Gutiérrez Fajre, familia oriunda de Santiago que hasta el día de hoy sólo tiene palabras de agradecimiento para quien acogiera en esos difíciles momentos a sus dos hijos, Javiera y Hugo, de 14 y 11 años, respectivamente.
Los capitalinos ya habían tenido la desagradable oportunidad de vivir el devastador 27F de 2010, hecho que los instó a tomar las medidas del caso e incorporar en su diario de vida la ruta de evacuación hasta el Hospital Regional "Juan Noé Crevani", recinto hospitalario que serviría como zona segura y punto de encuentro para su familia.
el día "d"
La señora Ana María Fajre (50) vivió el intenso movimiento telúrico junto a la "Javi" y a Hugo al interior de su departamento, ubicado en el segundo piso del condominio Chungará.
Luego de que el terremoto cesara, la madre, en un acto de desesperanza, abrazó a ambos niños y entre lágrimas bajó con ellos hasta el primer piso del edificio para recordarles el trayecto que debían completar con bandera de meta en el nosocomio local, a fin de encontrarse con Claudio Gutiérrez, su padre.
"Lo primero que se me pasó por la mente fue que no los volvería a ver... Tuve que dejarlos ir y salir corriendo en busca de mi madre de 83 años, que en esos momentos se encontraba en una misa en la Iglesia Las Peñas. Como anteriormente habíamos practicado el camino a seguir hasta el centro asistencial, jamás pensé que un par de horas después, mis hijos se extraviarían en la ciudad", relató emocionada Ana María.
superangie
En esos precisos instantes, hizo su aparición Angie Esquivel, cual Mujer Maravilla al rescate del desprotegido en el avión invisible, para ir en ayuda de los indefensos niños que a gritos pedían auxilio.
Esquivel llegó a la Eterna Primavera hace ocho años y hace dos cursa la carrera de Técnico de Nivel Superior en Administración Pública del CFT de Tarapacá.
Luego de hacer una pausa en la visita a sus nuevos mejores amigos, comentó cómo los pudo socorrer.
"Me topé con los niños cuando iban caminando por Edmundo Flores. Inmediatamente, me percaté que ellos estaban perdidos, porque miraban en todas direcciones sin saber a quién recurrir".
"Allí fue cuando me les acerqué y confirmé lo que había pensado: estaban tristes y desorientados. Bien recuerdo que las líneas telefónicas estaban cortadas y se hacía imposible concretar una llamada con sus padres, por lo que los invité a mi hogar; con mi madre nos hicimos cargo de Javiera y Hugo hasta que las cosas se normalizaran", detalló.
Tuvieron que pasar más de diez horas, hasta la mañana del 2 de abril, para que finalmente la familia se pudiera reencontrar, mismo tiempo en que la historia paralela de "Superangie" se comenzaba a reconocer entre los vecinos del sector donde reside con su madre, Paola Mundaca y su hermano Janes.
homenaje
El pasado miércoles 1 de abril, cuando los titulares de todos los medios de comunicación abordaban el tema de la catástrofe que afectó a la II y III regiones, los Gutiérrez Fajre se dieron el tiempo para organizar una sorpresa y llevar a cabo un sincero homenaje en la casa de estudios donde asiste a clases la joven limeña.
Allí, Ana María y su esposo Claudio leyeron una emotiva carta como muestra de su gratitud al gesto desinteresado y valiente que logró que sus hijos salieran ilesos de este suceso.
"Lo que hizo Angie por nosotros, no tiene precio. Es el fiel reflejo de la solidaridad que no posee colores ni banderas y que, al mismo tiempo, traspasa las fronteras. Que mira más allá de cualquier cosa y que sólo busca extender una mano a quien la necesita", manifestó Gutiérrez.
Entre risas la "Javi" dijo que "somos muy amigas desde que todo esto ocurrió, de hecho ahora estamos terminando los preparativos del "pijama party" que organizamos para esta noche". J