ALFA Y OMEGA
-"En el principio Dios creó los cie...
-Ya sé, mamá, Dios creó el Universo. Pero antes de que existiera el mundo, ¿qué había?
-Estaba Él, hijo.
-Sí, pero antes de que estuviera Dios, mamá, cuando no existía nada... nada ¿qué había? -alcancé a insistir antes que un bostezo involuntario acudiera a desdibujar la ansiedad de mi infantil cuestionamiento."
Con el paso de los años me enteré de que, intentando explicar la creación del Universo, se barajaban una infinidad de hipótesis. Entre ellas, dos que sostuvieron una dura lucha por prevalecer al interior de la comunidad científica. La que proponía que el Universo era "sustentable", o "siempre había estado allí" y la posterior teoría del "Big Bang", que vino a desalojar a la primera.
La teoría "sustentable" fue objeto de grandes cuestionamientos, ya que no probaba la existencia de hidrógeno y helio, componentes primordiales del Universo.
La del "Big Bang", en cambio, al proponer un punto de partida -la gran explosión- permitía elucidar el espontáneo origen o la posterior aparición de todos los elementos que componen la Galaxia y, por simple consecuencia, los de la vida misma. El estamento intelectual, en su mayoría agnóstico, se quedó con esta última, salvo algunos porfiados disidentes.
La innovadora hipótesis, al plantear un comienzo para el Todo que nos circunda, deja establecido, por pura y elemental lógica, un final para el mismo. El Universo es finito. Tuvo principio y tendrá fin.
En lo personal y con la titubeante madurez que me han dado los años, me quedo con la idea que defiende la primera de ellas. La "sustentable". Estoy cierto que, esta teoría, al no estar avalada por pruebas suficientes, salta desde lo trascendental a lo precario, convirtiéndose en mera especulación. Mas el tema, siendo tan pragmático, se convierte finalmente en una cuestión de fe.
Y es que, para mí, como para muchos, Él siempre estuvo allí.
-"Estaba Dios, hijo mío... siempre estuvo Dios -logré oír, apenas, antes de hundirme en el sopor del sueño".