Desafíos de la desaceleración
La aprobación de la reforma tributaria ayudó a despejar las dudas en relación a sus eventuales impactos, pero subsisten aún quienes siguen sembrando el miedo al respecto, sin ninguna base, Estos sectores políticos y económicos quedarán al descubierto cuando se evidencien los efectos reales y positivos de dicha reforma, que, al margen de las imperfecciones de la Ley y a las fallas en el proceso, es muchísimo mejor que lo que teníamos, al recaudar más recursos, y de manera más progresiva que el sistema impositivo existente hasta el año pasado, cuya data se asocia con el autoritarismo. Junto con ello, se aumentan las exigencias al Servicio de Impuestos Internos, SII, para que se ocupe de las fuentes de elusión que, sin dudas quedaron abiertas, porque la legislación no es perfecta.
En la actual coyuntura de crecimiento económico más lento, luego del desafío fiscal que significó poner al día el presupuesto no ejecutado en 2013, así como de la ejecución acelerada del presupuesto de 2014; corresponde disponer de manera óptima de lo que se recaude este año, con los primeros efectos de la reforma tributaria, a ser invertidos en aquellas otras reformas en curso, como la educacional, de salud, laboral y en inversión social. Si bien esto no es determinante en la reactivación, constituye un apoyo para un efectivo programa contra-cíclico, que mantenga o incremente los niveles de inversión privada, así como, en particular, aumente sustantivamente la inversión pública.
Ello requiere financiamiento y Chile lo tiene. Para eso son los voluminosos ahorros fiscales de los varios años de "vacas gordas" por el alto precio del cobre. Me refiero al "Fondo de Estabilización Económica y Social", por lo mismo, las medidas de reactivación deben ser consecuentes con ese nombre. Esos recursos fiscales -no todos, porque basta con una fracción de ellos- debieran poner en marcha no solo un impulso reactivador contra cíclico sino, sobre todo, abrir el camino a la recuperación sostenible del desarrollo, a través de robustas políticas y programas de estímulo a la innovación y el emprendimiento, haciendo de paso más inclusiva nuestra economía con las pequeñas y medianas empresas.