El diputado Vlado Mirosevic inauguró una biblioteca móvil y mientras lo entrevistaba el medio nacional LUN, sobre dicho proyecto, declaró que en Arica "hay más cafés con piernas que libros".
Mirosevic dijo que lo malinterpretaron, pero que lo dijo para provocar un debate en torno al fomento de la lectura, ya que Arica es la ciudad que menos librerías tiene per cápita en Chile.
Título de lun
Al consultarle por la polémica declaración, el diputado dijo que fue malinterpretado.
"Es LUN, así que tampoco hay que ponerle mucha fianza. No lo dije en ese tono ni contexto. Lo que sí dije es que Arica es la última ciudad de Chile en librerías per cápita. Si ellos pusieron el título así está bien, lo relevante es el mensaje. Yo quiero ser provocador, si Arica no le enseña a sus jóvenes y niños a leer, no va a tener futuro", comentó.
El parlamentario dijo que en Arica hay un trabajo editorial importante, pero no hay librerías, por el costo de los libros y porque la gente acostumbra a comprarlos en Tacna.
"La biblioteca móvil la hicimos para demostrar que no nos vamos a quedar de brazos cruzados esperando que el gobierno central se encargue del déficit de infraestructura cultural. Es una autogestión regionalista", dijo.
Déficit de librerías
A pesar de que no existan librerías en la ciudad existe producción de libros con tres editoriales.
Cinosargo es una de ellas y necesita de infraestructura para hacer talleres y encuentros.
"Hay pocas librerías de libros usados y no hay una situación pujante en términos comerciales como Mall que atraigan a cadenas grandes como Antártica o Feria Chilena del Libro. Los libreros no se arriesgan, porque la ciudad está muy lejos y por la competencia de Tacna", comentó Daniel Rojas, director y fundador de Cinosargo.
Rojas dijo que para organizar ferias de libros internacionales es muy complicado el papeleo aduanero y fue enfático en decir que para cumplir con el fomento lector necesitan espacios más allá del librero.
"Se necesitan ferias, centros culturales para tener mayor contacto con el lector, se necesitan talleres, son pocos los espacios y año a año se hace más difícil generarlos, no parece haber una voluntad política para la cultura. Cuando hacemos ferias con productores internacionales los libros terminan requisados en Aduanas", manifestó Rojas. J