El mito del "boom minero"
En los albores de la presente década, comenzó a acuñarse en nuestra región el concepto del "boom minero". La idea estaba en sintonía con lo que estaba ocurriendo no sólo en algunas regiones de nuestro país, como Tarapacá, Antofagasta y Atacama, sino que también con lo que hace años ya viene viviendo nuestro vecino Perú.
Los precios en los que especialmente se cotizó el cobre hacia el año 2011, cuando alcanzaron valores récord, alimentaron las esperanzas respecto a la puesta en marcha de proyectos, a partir de exploraciones en la zona. Sin embargo, una serie de razones hoy han "aterrizado" las esperanzas.
Organismos como Cochilco a nivel nacional y en Arica, la Seremi de Minería, han confirmado que las exploraciones han caído notablemente, incluso en aquellas regiones donde esta actividad es más potente. De hecho, se estima que un 22% de las labores de exploración minera en nuestro país están paralizadas. El hecho obedece a una tendencia mundial y al comportamiento cíclico del precio de los metales. También está la demanda estable del cobre respecto a una oferta potente. Y por último, la cautela de las compañías ante el comportamiento de la economía global.
Este escenario es especialmente digno de considerar en Arica. En general, existe la idea instalada de que el anunciado "boom minero" generó expectativas en distintos mercados que se ajustaron al alza, un alza que hoy no encuentra sustento en un desarrollo económico a partir de la minería.
Hoy, hablar de un boom minero en la zona no sólo es un "mito", sino que es una idea fuera de todo contexto. Los ejes de desarrollo de la región, incluso, no priorizan esta actividad económica como ocurre en regiones vecinas donde este sector productivo cuenta con carteras de inversión por miles de millones de dólares.
Es por eso que los costos de la vida en Arica pueden responder a una serie de variables, pero en ningún caso a expectativas por un boom minero que hoy por hoy, no es nada más que una ilusión que se esfuma.