Hace algunas semanas atrás el premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa escribió un artículo con ese título aludiendo a un español que se había codeado con la nobleza y las más altas esferas del gobierno siendo falsos todos los antecedentes que había entregado. En nuestro país hoy día nos encontramos con muchos personajes de estas características y que lamentablemente engañan a la gente. Son muy conocidas las estafas telefónicas, las vía internet, pero poco se habla de una que se ha extendido hasta nuestra ciudad, la de los arrendatarios, individuos que se han profesionalizado en el arte de vivir gratis a costa de los demás. Llegan presumiendo con grandiosidades, que trabajan en el ámbito de la minería, engatusando a sus víctimas, pagan los primeros meses, y después dejan de pagar, si uno los demanda a la justicia, van a tener abogados y el proceso se va a extender mas de un año, lamentablemente la justicia sigue otorgándole muchas garantías a los arrendatarios, además que toda la deuda que acumulan, que la mayoría de las veces supera grandemente a las estafas telefónicas, o por internet, no es considerada estafa, provocando sin duda un fuerte impacto económico en los propietarios, puesto que estos generalmente siguen pagando sus propiedades. Además estos personajes que se cambian de casa en casa, la mayoría de las veces siguen cometiendo sus fechorías puesto que los propietarios se desisten de llevar a cabo acciones judiciales por los costos económicos que esto implica. Y cuando finalmente dejan la vivienda, los dueños se encuentran con tremendas deudas de agua y luz, puesto que generalmente cuando la compañía respectiva cortaba el suministro, ellos lo reponían a la mala, además por supuesto del estado en que queda la vivienda. Por todo lo anterior es necesario que usted tenga mucho cuidado cuando arriende su casa, revisando los antecedentes del futuro arrendador, ya que quizá sin darse cuenta este impostor ya entró en su casa.

Ya quedó atrás el frenesí comercial previo a la Navidad, conmiles de personas corriendo para alcanzar a comprar todos los regalos que deseaba entregar o dejar bajo el arbolito.

Los niños prueban sus nuevos juguetes, cada vez más en sus dormitorios o los livings de sus casas y menos en calles y parques, mientras los adultos se relajan y toman aliento, antes de que tengan que empezar a correr una vez más, ahora con los preparativos para despedir el año.

Muchos no quedarán satisfechos con sus regalos y desde mañana comenzarán a concurrir a las tiendas a cambiarlos por algo más acorde con sus preferencias o necesidades.

Arica misma, si bien tiene mucho que agradecer, también podría declararse insatisfecha en varios aspectos importantes.

Veamos una breve lista de los regalos que la región este año no recibió.

- Una municipalidad más ejecutiva, con menos abogados litigando pleitos y más arquitectos e ingenieros desarrollando proyectos urbanísticos para la ciudad, que se convierta en un motor para el progreso local.

- Un Parque Centenario recuperado, que vuelva a ser el pulmón verde, en el que los ariqueños pudieran reunirse para disfrutar asados con amigos entre plantas y flores.

- Una Estación del Ferrocarril de Arica a La Paz renovada, convertida en un centro cultural al más puro estilo de la Estación Mapocho.

- Un Paseo Chinchorro restaurado, que se convierta en una postal y un imán para el turismo de sol y playas durante gran parte del año.

- Las piletas del casco histórico de la ciudad en buenas condiciones, para funcionar permanentemente, con aguas limpias y adecuada iluminación.

- Una red de ciclovías que cubra las principales rutas de la ciudad y fomente el uso de la bicicleta, para bien de la salud y el bosillo de los ciudadanos, ya que la actual baja de los combustibles no será eterna.

Se trata de regalos que incluso para el Viejito Pascuero podrían ser difíciles de alcanzar, pero no para una comunidad ariqueña unida en torno al objetivo de hacer de esta tierra uno de los mejores lugares para vivir.