Asamblea constituyente
Cuando se comienza a hablar de cambiar la constitución, por medio de una asamblea constituyente, no podemos esperar que se respete el actual Estado de Derecho.
Pues es lógica que quienes nos gobiernan lo que buscan es terminar con las "trampas de la constitución", así es las trampas que tiene son a quienes administran el poder independiente del color político o su vocación populista. En efecto, la constitución que tanto molesta es una camisa de fuerza al populismo y la demagogia y es por eso su insistencia, a pesar de nos ser un tema para la ciudadanía, de cambiarla.
Si cambiamos las reglas del juego no esperemos que estas se respeten, pues en efecto, lo que se busca es generar un control desbordado del Estado en desmedro de las libertades personales a cambio del populismo de los "derechos sociales".
Francisco Sánchez Urra