A sus 106 años Julia es la lectora más longeva del diario
Un corazón bondadoso, una salud impecable y una memoria donde atesora recuerdos de sus 106 años de vida, posee Julia Zunilda Maldonado Correa, la más longeva y fiel lectora del diario la Estrella.
"Leo entero el diario, incluso el deporte, me gusta Pellegrini", explicó desde el living de su casa, el cual llena con su humilde y carismática personalidad.
"Lo único que tengo es vejez, el doctor me vio y me dijo que tenía bien los pulmones y el corazón sanitos. Son muy católica, rezo mucho todos los días, el mes de junio entero el sagrado corazón, el Mes de María en noviembre, todos los días el rosario, yo creo que por eso Dios me tiene aquí, si dejo de rezar me lleva", dijo entre sonrisas.
Ciudad del niño
Julia, quien celebrará su cumpleaños número 107 el 10 de enero "si Dios quiere", nació en Santiago en 1908, en una casa quinta en calle Rosas.
Durante su juventud crió a más de nueve niños de la Ciudad del Niño, "allí todas las madres que no podían tener hijos en sus casas los iban a dejar allí ".
Entre ellos está María, su sobrina, que también fue criada por Julia, ya que cuando era niña sus padres murieron.
"Mi hija tuvo dos hijas, esas dos hijas son mis nietas y esas dos hijas me dieron cuatro bisnietos, dos hombres y dos mujeres, estoy feliz con todos ellos, es lo único que me alegra la vida", explicó.
Hace 24 años en Arica
Hace 24 años su sobrina María se vino a vivir a Arica por trabajo y se trajo con ella a Julia, "más que todo me quedé por el clima por ella, porque en Valparaíso igual llueve hace frío y puede causar reumatismo", explicó María.
Julia confesó que no cambia a Arica, "es rico el clima, es muy bueno aquí".
Sus días son casi todos iguales, se levanta a las 10 de la mañana y se acuesta a las 20 horas, tiene un jardín y le gusta mirar las flores, de las cuales sus favoritas son las rozas y claveles, "siempre he tenido flores".
memoria
A su pronunciada edad, Julia tiene intactos sus recuerdo y memoria, "eso es lo bueno, porque me quiero morir pronunciando el nombre de Dios".
Entre sus memorias recuerda que durante la I Guerra Mundial la gente no tenía qué comer, "los colegios hacían un fondo de comida y las damas iban con todos sus hijos, se sentaban y a todos les daban su plato".
De todos los presidentes que ha conocido el que más le ha gustado es Arturo Alessandri. "Fue un gran Presidente, era muy justo. Le decía a los Carabineros vayan a cuidar las poblaciones no me cuiden a mí y vivía en un departamento no en grandes casas".
Otro de los personajes que atesora en sus recuerdos es el papa Juan Pablo II, "con su palabra convirtió a mucha gente", dice. J