Estudiantes de cuarto año de la carrera de química de la Universidad de Tarapacá a través de un proyecto de investigación para estudiantes de pregrado que otorga su casa de estudios.

Lupica, Ticnamar, Socoroma y Chapiquiña, fueron los poblados escogidos por las alumnas para realizar las muestras de Tumbo, localidades ubicadas entre 3.000 y 3.300 metros sobre el nivel del mar.

VALOR AGREGADO

"Escogimos el tumbo para hacer nuestra investigación porque no tiene valor agregado. Sabemos que en el interior se da mucho el fruto, pero no se vende mucho. Uno va al Agro y pocos locales lo tienen, esperamos lograr un mayor incentivo a su plantación y cultivo", comentó Melissa Bustos.

El equipo del proyecto está conformado por Gabriela Benito, Melissa Bustos, Deyanira Hidalgo, todas alumnas de cuarto año de química; Daniela Huanca, Agrónoma; el doctor Ignacio Jessop, Luis Ossandón y Leonardo Figueroa, los tres académicos del departamento de Química.

"El objetivo de esta investigación es crear una etiqueta nutricional para el tumbo y entregársela a los productores para ellos puedan venderlo y promocionarlo con sus propiedades", comentó Gabriela.

Antioxidante

En mayo comenzó su trabajo de investigación y hasta el momento han descubierto que tiene una gran capacidad antioxidante, "desde verde el fruto es consumible y es en esa etapa donde tiene mayores capacidades antioxidantes", expresó Ignacio Jessop.

Realizarán las últimas muestras para comparar el comportamiento del fruto según la estación y en abril culminará la investigación con su presentación.

"Este proyecto tiene harto futuro, las alumnas presentaron los avances en un Congreso a la comunidad química en Lima. Hasta ahora se conocen sólo el aspecto culinario del tumbo en Chile, no se saben sus propiedades químicas y nutricionales. En Perú, Bolivia y Colombia se conoce un poco más", comentó Jessop.J

l Con la ayuda del GEF, (Global Environment Facility) y su aporte de dos millones de dólares se implementará en la región un plan para salvar al picaflor de Arica. Con este proyecto se espera proteger su hábitat y potenciar la flora nativa de la que se alimenta. Otra de las iniciativas que ayudan hoy en día a la conservación de esta ave, es el trabajo experimental que se está desarrollando en el valle de Chaca donde se encuentra la Estación Biológica de la Red de Microreservas para el picaflor.

Mientras que en el valle de Azapa, los organismo encargados iniciarán el próximo año algunas medidas para levantar en el sector "Pampa Gobernador", (15 hectáreas), km 32 una microreserva y santuario para el picaflor.

"En estos momentos nos encontramos realizando el documento final del proyecto para comenzar de lleno con el plan", dijo Ignacio Martinez Yañez, asistente local Proyecto GEF de la FAO. J