En la sala de juegos del Centro Arica (ex Qhaltani), esa misma que los menores internos deberían utilizar para diversión, recreación y esparcimiento, se registró el violento episodio en que dos jóvenes quedaron heridos de gravedad, luego de ser atacados por cuatro adolescentes, quienes los golpearon con fierros en distintas partes de sus cuerpos.

Todo ocurrió a las 11.50 de la mañana del lunes, luego de que cuatro internos de 14, 16, 17 y 18 años sobrepasaran el ala 1 del recinto de Cerro Sombrero, para ingresar al sector donde se encontraban las víctimas de 16 y 18 años, con quienes mantenían rencillas anteriores, para golpearlas con dos fierros en distintas partes de su cuerpo, incluyendo la cabeza.

Tras el ataque, el menor fue quien sacó la peor parte, al recibir los golpes en pleno rostro, incluyendo la nariz, terminando con una fractura de carácter grave. Mientras que el segundo resultó con heridas en su cabeza, por lo que ambos fueron derivados de urgencia hasta el hospital regional.

"Esto se origina luego de rencillas que ambos grupos mantenían desde hace algún tiempo y que desembocan en esta agresión. Al llegar al lugar constatamos que las más graves de las lesiones habían sido producto de los fierros que los internos habían desprendidos desde las sillas del recinto, para cometer el ataque", explicó el subcomisario Julio Orellana Arce, de la Brigada de Homicidios de la PDI, quien llegó al lugar a investigar el hecho.

ESCLARECER TODO

Desde el Sename, su director subrogante, José Zúñiga, explicó que una vez ocurrida la agresión, el Centro Arica denunció el caso, por lo que "ya se tomó conocimiento del hecho para activar un plan de contingencia para que se esclarezca todo, se preste la mayor de la colaboración y, por supuesto, evitar situaciones similares posteriores. J

l Internado en la Unidad de Siquiatría y a la espera de su audiencia el jueves 4 de diciembre, quedó un hombre de 40 años, quien de no ser por la llegada de Carabineros de la Subcomisaría Chinchorro Norte y de voluntarios de Bomberos, él, su pareja o ambos, no estarían relatando lo sucedido.

Al mediodía del martes y luego de que la mujer, de 55 años, llegara hasta la unidad policial denunciando que el hombre se encontraba al interior del domicilio con serias intenciones de quitarse la vida. Personal policial la acompañó hasta uno de los departamentos Puerta Norte, donde se topó con que en la entrada había una hoja de papel con la leyenda: "peligro, fuga de gas".

Tras ingresar al dormitorio del inmueble, los policías se percataron que Eduardo Durán Arriagada se encontraba abrazado a un bidón de gas con la válvula abierta, manifestando "déjenme morir tranquilo".

"Al llegar al lugar sentimos un fuerte olor a gas, por lo que nos percatamos que lo que aparecía en el papel pegado en la puerta del departamento podría ser posible, por lo que con ayuda de Bomberos ingresamos al dormitorio, encontrando al imputado, quien se encontraba descontrolado, por lo que procedimos a la detención, más aún si mantenía una orden pendiente de abandono del hogar y prohibición de acercarse a la víctima por Violencia Intrafamiliar", explicó el capitán Diego Gajardo Buzeta, oficial que redujo al imputado quien fue derivado al Hospital Doctor Juan Noé. J