Algunas autoridades se han referido al presupuesto fiscal de 2015 que se analiza en el Congreso y han destacado que habrá un aumento de 9,8% en el gasto público, presentándolo como algo positivo. Pero la verdad es que un incremento en los gastos del Fisco no es bueno en sí mismo y no garantiza eficiencia, sino que lo importante es ver a qué se destinará esa cantidad de recursos.

Bastaría con hacer un análisis de cómo los respectivos gobiernos de las últimas décadas han destacado y se han contentado de los aumentos de gastos en la salud y la educación. Sin embargo, cabe a la vez preguntarse si ello ha sido garantía de que ha habido una mejoría sustancial en ambos rubros. Muy por el contrario, parece que hay cierto consenso en que ambos rubros son deficitarios en el servicio que entregan a las personas a quienes va dirigida su acción. En 2003, el Estado realizaba un gasto público de 930 mil pesos per cápita y en la actualidad es de 1 millón 680 mil pesos por persona, sin que la ciudadanía perciba los beneficios. Ello lleva a plantear que junto con el anuncio de mayores presupuestos para el año 2015 exista más control de la eficiencia con que se invierten esos dineros que son aportados por todos los contribuyentes, de manera que éstos sepan el uso que se da a sus fondos, sobre todo ahora que se espera que el Fisco recaude más ingresos, como consecuencia de la reforma tributaria.

Algunos sectores, por ejemplo, han planteado sus inquietudes respecto a la poca transparencia que existe respecto del gasto en asesorías en que incurren los distintos ministerios. Sobre el particular, se entrega sólo información genérica que no permite determinar si ha habido uso eficiente de los recursos.

En la discusión que por estos días se realiza en el Congreso respecto del proyecto de ley de presupuesto enviado por el Gobierno, debería analizarse el tema, con un debate técnico y altura de miras, e insistir en que dichos gastos se expliciten, para que los parlamentarios y la ciudadanía tengan seguridad de que los recursos destinados a asesorías no esconden ineficiencias o malas prácticas, de lo cual ha habido evidencias en el pasado.

Quizás deberíamos homologar nuestros records o es que probablemente seamos tan humildes que no nos atrevemos a publicitarlos.

Bueno creo que ustedes ya picaron con el título y de puro curiosos van a seguir leyendo estas pocas líneas permitidas… y lo del récord no es broma. Habrá que averiguar si hay otro lugar donde en tan poco espacio se concentran tantos semáforos como el cruce pronto a inaugurar… (eso es lo que creemos y si la buena voluntad de la todopoderosa sanitaria lo permite ) como el de la bajada del Camino a las Pesqueras, y la prolongación de 21 de Mayo y sus derivados adyacentes y que después de N meses ya se ve mas o menos cómo viene la cosa. Un amigo comentó, va a quedar la c…rema, sobre todo el día que tan solo, uno de los aparatos se eche a perder…y creo que tiene razón, especialmente con la prepotencia del conductor local, que no va a permitir que otro pase, si puede ponerle la pata encima.

También podríamos ver una utilidad turística al asuntito, ya que con tanta lucecita de color, podríamos aprovechar y crear un contrapeso a la iluminación navideña de nuestra bella catedral de Eiffel y tener un bosque de arbolitos iluminados 365 días y noches del año, y para eso bastaría mimetizar como pinitos los postes de dichos semáforos, la iluminación es propia y gratis...

Pasando por allí , sinceramente uno se pregunta porqué no se pudo hacer más simple. Si me pregunta a mí, le diré con franqueza que no tengo idea cómo, pero tampoco exageremos, no es para llamar a un plebiscito sobre esto. Para eso hay ingenieros de tránsito, que para eso les pagan, para que hagan las cosas bien y siempre las cosas simples son las mejores, pero, nos preguntamos si no se les habrá pasado la mano.

Solo el tiempo lo dirá , pero por ahora los ciudadanos quisiéramos tener , al menos una explicación técnica, que nos convenza , por quien le corresponde darla.

Pero no faltará el malpensado que diga que las bases las hizo el dueño de la fábrica de semáforos...plop.