Esta semana dejó la banca de San Marcos de Arica el técnico Fernando Díaz, quien no alcanzó a estar un semestre a cargo del "Bravo". Como se habla en la jerga del fútbol, cuando los resultados no convencen entonces "se corta el hilo por lo más delgado", y en este caso, es el jefe técnico.

La determinación llegó luego del pobre empate que registró el elenco ariqueño el pasado fin de semana ante la Universidad de Concepción en el Estadio "Carlos Dittborn", partido en el que las cerca de 4 mil personas que llegaron al recinto criticaron el juego del elenco celeste.

A pesar que los últimos resultados no fueron de aquellos desastres que suelen sacar a los estrategos de las bancas, el juego y las aspiraciones que tenía la institución finalmente conspiraron para que Díaz no continuara al mando del equipo técnico del club. El hecho reabre el debate respecto a los trabajos a largo plazo, o los denominados "procesos" en los clubes del fútbol chileno, procesos que hoy se ven cada vez menos en un medio resultadista y cortoplacista como el nacional.

Queda en el medio la sensación de un sistema de competencia que privilegia el funcionamiento de los grandes clubes, capaces de pagar la inmediatez sin sacrificar la formación, en desmedro de los más pequeños, que más allá de competir, sobreviven adaptándose a las exigencias torneos complejos y zigzagueantes, que son finalmente aprobados por las mismas instituciones.

Es un desafío y a la vez, un logro que clubes como San Marcos de Arica celebren el título de alguna de sus series inferiores, considerando que hoy más que nunca, los procesos en el fútbol nacional se han ido diluyendo y finalmente, los repentinos cambios en las direcciones técnicas los terminan asumiendo los eternos salvadores, los técnicos de casa, los que precisamente alguna vez creyeron en los procesos.

Es la apuesta de hoy de nuestro fútbol, lo que ocurre y lo que se da, pero como en todo orden de cosas, siempre está la esperanza que la excepción a la regla exista.

En un artículo anterior, comenté el presupuesto del Ministerio de Economía para 2015, que incluye una subida notable en relación a 2014, a fin de modernizar, diversificar y regionalizar la estructura productiva. Para el proceso modernizador, se manejará un presupuesto que incrementa en 38% los fondos enfocados al fomento del emprendimiento en la MiPyme, con énfasis en reforzar las estrategias regionales de productividad e innovación. Por otra parte, a través de programas de desarrollo competitivo, mediante funciones y recursos nuevos para Sercotec, se financiará la Red de Centros de Desarrollo Empresarial, que atiendan a las MiPymes del país, mediante asistencia técnica, asesoría en gestión y apoyo profesional para el acceso a financiamiento. En esta región, se considera la existencia de dos Centros de Apoyo desde 2015.

Asimismo, el incremento de los recursos para el desarrollo competitivo de las actividades productivas en regiones como la nuestra, implicará generar un crecimiento sustentable de producción y empleo, así como condiciones de innovación y de más productividad en las empresas de tamaño menor. Por ejemplo, la incorporación de mejores prácticas de gestión y de nuevas tecnologías a la agricultura regional, al turismo activo y a la industria logística, debe gestar no solo un mayor nivel de crecimiento económico, sino también la consolidación de una matriz productiva, que refuerce una identidad más clara de los factores que asegurarán el desarrollo sustentable de Arica-Parinacota.

El incremento sustantivo de los recursos públicos, que permitan hacer más pareja la cancha de la economía y de los mercados para las empresas MiPyme, son un indicador importante del esfuerzo del país para, en el futuro próximo, además de generar un crecimiento decisivo del sector, signifiquen la diversificación productiva, la participación mayor de regiones como la nuestra en el producto nacional y, sobre todo, para asegurar un crecimiento que no dependa tanto de la minería y de los commodity, que hoy hacen dependiente de un puñado de productos nuestra estructura productiva.