Son más de 80 mil en Chile y están en total indefensión. Los trabajadores a honorarios en los servicios públicos tienen todas las obligaciones pero ninguno de los beneficios de estar vinculados al Estado.
Hasta ahora, autoridades y medios de comunicación poco o nada de oídos prestan a este problema, porque este tipo de trabajadores no es de los que marchan y paralizan: son en la mayoría profesionales, que están en indefensión, sin organizaciones sindicales ni gremiales que los protejan, con una total inestabilidad y sin nadie que, a final de cuentas, levante la voz por ellos.
Tal como dije en una intervención hace unos días: No sé del resto de mis colegas, pero al menos yo siento vergüenza de que como Estado sigamos amparando injusticias de este tipo, personas en los servicios públicos sin poder hacer carrera funcionaria, sin los beneficios del Código del Trabajo o el estatuto administrativo; sin derecho a licencias médicas; sin vacaciones ni horas extras; en definitiva, sin ninguna estabilidad para ellos y sus familias.
Bernardo Berger Fett