Confianza en la inversión extranjera
De acuerdo al Comité de Inversiones extranjeras en Chile, Arica es la zona del país que menos iniciativas ha recibido en más de una década, considerando, eso sí, que es región sólo a partir de 2007. En términos nominales, esto se traduce en sólo US $ 27,7 millones, cuya participación corresponde principalmente a inversiones mineras e industriales.
Es por eso que el Gobierno regional y la Seremi de Economía, junto a la Unidad Regional de Asuntos Internacionales, Corfo, y ProChile, están trabajando en este tema y durante la semana realizaron el primer encuentro de integración, cooperación y desarrollo de promoción internacional, cuyo objetivo es atraer la Inversión Extranjera Directa (IED) a la región de Arica y Parinacota.
Se trata de un desafío no menor y muy interesante para nuestra región, que se da justo en momentos en que nuestro país pierde terreno como escenario de negocios internacionales. Así lo muestra el ranking Doing Business del Banco Mundial, que en la última medición reveló que Chile cayó a la cuarta posición a nivel latinoamericano en la lista de países con las mejores facilidades y condiciones para hacer negocios, que es liderada por Colombia, seguida por Perú y luego México.
Sin embargo, nuestra región aparece como una de las cinco en el país donde se intensifica el trabajo tendiente a atraer inversiones extranjeras. Para lograrlo, se necesita establecer una clara estrategia que se sustente en las potencialidades propias de la zona, algo en lo que el Gobierno se encuentra trabajando.
Dos aspectos a considerar tienen que ver con el protagonismo que nuevamente tendrá que mostrar el sector público y los acuerdos que tendrá que lograr una estrategia de inversión extranjera. Las áreas en las que se potenciará las inversiones en nuestra región, como el turismo, la logística, el transporte, la cultura y la identidad, requieren de un sector público proactivo y previsor. Y en un segundo punto, los acuerdos y el diálogo con la ciudadanía y las comunidades son la base de un desarrollo sustentable y democrático.