Reubicación en el sector El Alto divide a vecinos de Guañacagua
Dejar el hogar que por 16 años ha cobijado a los integrantes de la agrupación de viviendas dañadas de la Población Guañacagua 3 no está en los planes de 130 familias que habitan el sector.
Es que para ellos dejar su casa, los recuerdos, además de abandonar la inversión que ellos mismos realizaron en su hogares, ubicados en el famoso sector de las 'casas quebradas', no es fácil.
Por eso decidieron reunirse y manifestarse por lo que ellos consideran un derecho, ya que existe un plan de parte del Ministerio de Vivienda de reubicar a las familias de esta población en el sector El Alto, ubicado a metros de sus hogares.
'A pesar de que ellos recibieron en 1998 las casas en mal estado, hicieron arreglos con sus propios medios. Tuvieron que aceptarlas ya que eran viviendas sociales y no tenían otra opción. Cuando ocurrió el terremoto, debido al daño que causó, nuevamente estas casas salieron a la palestra. A raíz de esto, existe un plan del Serviu de relocalizar a la población, al cual no están de acuerdo', aseguró el abogado Yerko Correa, asesor jurídico de los vecinos que desean quedarse en Guañacagua 3. Las dirigentas María Inés Toledo y Ximena Claude aseguraron que existen presiones para que abandonen sus hogares, las que han hecho sentir, según informaron, en la entrega de volantes que informarían que si no aceptan la propuesta tendrían que hacer, de igual forma, abandono del sector.
Además, existe otro grupo importante de vecinos que sí desean abandonar sus casas y ser reubicados en El Alto. Ante esta situación, Julio Valenzuela, director regional del Serviu, explicó que existe el compromiso de resolver el problema de casas quebradas en Guañacagua 3 y que los estudios señalan que los daños son progresivos y dinámicos, por lo tanto, al gran número de viviendas dañadas hoy, se van sumando permanentemente más viviendas con daños.
Agregó que se ha iniciado un proceso participativo con la junta de vecinos y la 'Agrupación Casas Quebradas' y que el nuevo plan habitacional consta de un compromiso de realizar un estudio de suelo de 9 hectáreas del terreno vecino, y asumir las expectativas de las familias; con sitios de 100 metros cuadrados y casas de aproximadamente 60 m2, con diseño trabajado con las propias familias, en 12 asambleas territoriales y mesas de trabajo con la junta de vecinos.
'Estamos a la espera que nos entreguen sus listados de las familias que no desean acogerse a la nueva solución, el compromiso ha sido estudiar esta opción. Lamentamos que la solución genere enfrentamiento entre los vecinos, pero en la medida que podamos seguir atendiendo responsablemente los intereses de todos, eso es algo que debe disminuir', destacó el director regional del Serviu.J