Coincidenciastelúricas
El temblor de ayer trajo a la mente de los ariqueños más nostálgicos la tragedia ocurrida el 13 de agosto de 1868. Parece que las placas tectónicas quisieron rendirle un homenaje.
El temblor de ayer trajo a la mente de los ariqueños más nostálgicos la tragedia ocurrida el 13 de agosto de 1868. Parece que las placas tectónicas quisieron rendirle un homenaje.
Ayer, en la sesión del Concejo Municipal expusieron sobre las modificaciones del Plan Regulador, pero el expositor no conocía las calles, incluso fue ayudado por el público y hasta la concejala Miriam Arenas le dijo, 'debería venir más seguido para aprenderse las calles'.
Se acerca la fiesta de la Asunción de la Virgen, y la diócesis de Arica sigue sin obispo. Dicen que el Vaticano se toma su tiempo para tomar estas decisiones, pero en otras diócesis ha sido más rápido.
La construcción de estacionamientos en el centro de la ciudad parece ser el nuevo camino 'inmobiliario' que está tomando la capital regional. Así lo muestra la irrupción de más espacios para el aparcamiento de vehículos, dinámica que se adelanta a propuestas urbanas que tengan que ver con otro tipo de edificaciones.
El hecho no es en sí reprochable ni perjudicial. De hecho, las características del parque automotriz en la ciudad exigen que por lo menos el centro cuente con una cantidad adecuada de estacionamientos. Y si el sector público no ha tenido la oportunidad, los recursos o la capacidad para poder concretar proyectos en este sentido, es entonces cuando los privados ganan un legítimo protagonismo. Se trata, en otras palabras, de un servicio necesario.
Sin embargo, por otro carril de la discusión corre también el valor que va adquiriendo -o eventualmente perdiendo- el centro de Arica, especialmente en aquellos lugares que tienen características históricas y patrimoniales. Considerando que si se trata de patrimonio arquitectónico, lo que se derriba no se puede volver a edificar, la ciudad necesita hacer confluir tanto su sentido práctico como también su imagen, su historia y su proyección. El poder contar con un sello y un concepto urbano.
Este tipo de ordenamiento se encuentra en un momento crucial para Arica. No se trata sólo de aspectos económicos, más allá de la importancia que tienen los recursos para poder realizar obras concretas que pueda otorgar un sello a la ciudad, sino que se trata de momentos en que el presente y el futuro se dan la mano.
No existen fórmulas ni moldes establecidos para esto. Es en este caso cuando se necesita el concurso y el aporte de la comunidad en sus distintos sectores, desde los organismos más técnicos y pertinentes, hasta las fuerzas soñadoras y capaces de agregar las más sentidas aspiraciones y sueños. En otras palabras, el momento de trabajar por la ciudad a la que aspiramos y que a la vez, necesitamos. La participación y el diálogo son vitales, como también la recopilación de experiencias como las que hoy se viven.