Descentralización de competencias
La comisión de descentralización del Gobierno realizó el sábado en Arica un encuentro para recoger las opiniones y sugerencias de la ciudadanía.
Efectivamente es una aspiración de una parte importante de la comunidad el que Arica y Parinacota cuente con mayores grados de autonomía y dependa menos de las decisiones que se tomen a nivel central.
Tras esta aspiración se encuentra el convencimiento de que son los propios habitantes de la zona los que mejor conocer sus necesidades y sus potencialidades, lo que resulta comprensible y natural.
Pero hay un matiz que pocas veces se distingue y es que las principales demandas apuntan al traspaso desde el nivel central de facultades y recursos, sin considerar que ello pudiera no ser suficiente.
En efecto, hay indicios de que nuestra región enfrenta también un déficit de competencias y capacidades profesionales.
Si todo esto no va de la mano, nos podemos encontrar ante un dilema similar al planteado en la Parábola de los Talentos, en que uno de los siervos no sabe qué hacer con el dinero que le entregó su patrón.
Recordemos que en estos últimos días el municipio de Arica perdió 204 millones de pesos que estaban destinados a reparar los saltos ornamentales de la Piscina Olímpica y también otros 543 millones que le había asignado el FNDR para una completa renovación de las instalaciones de la Escuela República de Argentina.
Y si nos vamos un poco más atrás, la multimillonaria inversión en el proyectado Parque Acuático quedó trunca, luego de gastar 2 mil 200 millones de pesos.
Esto revela que habiendo recursos y posibilidades de tomar decisiones, la región ha mostrado notorias deficiencias de gestión y control de los proyectos.
Es un lujo que no nos podemos volver a dar, pero también es una oportunidad para solicitar al nivel central la transferencia de capacidades.
Sin un número suficiente de equipos profesionales sólidos y comprometidos puede resultar inconducente y hasta contraproducente el pedir atribuciones y más dinero.