Ir a dar un paseo por el centro y recorrer uno que otro atractivo turístico en la tarde dominical ariqueña.
Eso era lo que estaba dentro de los planes de Enzo Eugenio Ercoli Ortiz, si finalizaba temprano su trabajo de maniobras al interior del buque petrolero Pudú, luego de su recalada en la costa local para la descarga de combustible en el sector de Caleta Quiane, por el borde costero sur de Arica.
Y todo había resultado a la perfección para el tripulante de la nave, hasta que por su amor hacia la institución y a lo que hacía, el hombre de 27 años, casado, dos hijos y a la espera de un tercero, quiso quedarse un par de minutos extra de su tiempo libre, para aprender.
En eso estaba, cuando en medio de unas maniobras de amarre de las espías (cuerdas que atan el barco para fijarlo en un sitio), una de estas reventó y su latigazo llegó de lleno en el rostro de la víctima. A pesar de la oportuna ayuda, el joven agonizó un par de minutos, falleciendo en la misma nave.
Personal de la Brigada de Homicidios de la PDI arribó al lugar, tras ser contactada por el fiscal de turno, luego del aviso de la Armada. 'Él se encontraba realizando las maniobras de transferencia de petróleo en la popa, cuando se cortaron las amarras. A pesar de que estaba trabajando con todas las medidas de seguridad, la magnitud del golpe y el lugar del rostro donde lo recibió, hicieron que falleciera en cosa de minutos', explicó ayer el capitán de puerto, Javier Cáceres Erazo.
'Por nuestro lado, ya se abrió una investigación sumaria administrativa marítima para determinar responsabilidades, las que incluso, de ser comprobadas, podrían caducar el título hasta al capitán de esa nave. En todo caso, el Ministerio Público también investiga por su lado, lo que será informado', agregó. J